Maïté Issa: “Necesitamos normalizar a las mujeres directivas y exitosas”
Giuseppe Tringali dialoga esta semana en "Mujeres con Energía" con Maïté Issa, Coach en desarrollo y formación personal.
Escuchar a Maïté Issa es como beber de una fuente de optimismo. Las palabras que utiliza tienen detrás el peso de la experiencia y un cierto grado de rebeldía. La que surge cuando nos ponemos frente el espejo y lo que vemos más allá de la imagen reflejada no nos acaba de convencer. Maïté Issa ayuda a que mujeres brillantes se manifiesten en una vida que de verdad les emocione.
Lo hace desde su posición de Coach en desarrollo y formación personal. Pero sobre todo porque considera, entre otras muchas cosas, que todo en la vida es un regalo y que el mayor es aprender a valorarse.
“No necesitas saberlo todo para merecer éxito“
The Luxonomist: Empezamos hablando de tu familia y de tu infancia. La de tu familia es una historia complicada pero muy interesante…
Maïté Issa: Nací en Francia, aunque nunca he sentido pertenecer especialmente a una nación o a otra. Mis padres huyeron de dictaduras; mi padre tuvo que huir de Haïtí, donde el dictador BabyDoc había creado milicias que aterrorizaban a la población. Uno de los métodos de terror era erradicar a los “intelectuales”, considerándolos como tal por el simple hecho de llevar gafas de leer. Mi padre quería estudiar y crear una mejor vida para sí mismo. Así que se fue a Europa y después de toda una odisea, que sería para otro artículo, consiguió llegar a Francia y estudiar medicina.
Mi madre, mientras tanto, se fue de Grecia, en la que estaba la dictadura de la Junta Militar y donde los planes y posibilidades de libertad y estudios eran más que reducidos. Sobre todo si eras mujer. Además, siendo muy revolucionaria y con personas de su entorno habiendo desaparecido, lo más seguro era irse. Llegó a Francia sin hablar una palabra de francés; estudió medicina y conoció allí a mi padre.
De ellos aprendí lo que es mi filosofía de vida y el lema de la comunidad de las mujeres poderosas y ambiciosas que he creado: ‘Mi Éxito es Inevitable’. La certeza de que por muy imposible que parezca, cualquier cosa que te pongas en la mente, si lo crees y te enfocas en hacerlo real, se hará real. Punto final. Hoy dedico cada día de mi vida a enseñar esta forma de vivir a mujeres que tienen sueños y que han dejado la sociedad y su entorno dictarles lo que era posible y lo que no lo era para ellas.
“Preparando los Cartier Women’s Initiatives Awards conocí a mujeres increíbles “
TL: ¿La historia de tu familia ha marcado tu infancia?
Maïté Issa: Desde muy pequeña. La disparidad entre mi realidad diaria en Francia, un país próspero y seguro, y los meses pasados en Haïtí, uno de los países más pobres del mundo o Grecia, despertó en mí una conciencia social y una voluntad de ser un agente de cambio.
TL: ¿Cuáles han sido tus estudios?¿Tienen relación con tu actual profesión?
Maïté Issa: Estudié Ciencias Políticas en París, Geopolítica y Economía Latinoamericana. ¡Absolutamente nada que ver con lo que hago ahora! Después de graduarme cambié de orientación, al no reconocerme en nada en la forma de funcionar de las ONG’s en las que potencialmente podría haber empezado una carrera. Como todas las personas multipasionales, opté por la diversidad y seguí estudiando Marketing y Comunicación.
En esa época, seguía aún en el viejo patrón según el cual hay que encontrar un trabajo de duración indeterminada y tener un salario fijo para seguir las expectativas de tus padres. No me sentía en absoluto capaz de emprender. Era algo que ni de lejos se me hubiese pasado por la cabeza antes. No tenía en mente ningún proyecto especial ni qué contar. Y lo mejor (o más bien la única opción viable) que esa fuera la manera de subir la escalera corporativa.
“Lo peor que te puede pasar es quedarte donde estás ahora”
TL: ¿Cómo y cuándo empezaste a trabajar?
Maïté Issa: Mi primera experiencia fue en la Maison de lujo, Cartier. Aún era becaria y creo que fue en 2012. No trabajé para el departamento de joyería, sino que me ocupaba de los Cartier Women’s Initiatives Awards, un premio para las mujeres emprendedoras sociales. Ese premio permitía a la ganadora de cada continente llevarse 100.000 €, un año entero de coaching con McKinsey y entrevistas en las mayores revistas a nivel nacional e internacional.
Para proyectos jóvenes de entre 1 y 3 años de existencia, la mayoría viniendo de países en vía de desarrollo, les podía literalmente cambiar la vida. Organizando el evento, tuve la inmensa suerte de conocer a mujeres emprendedoras, con proyectos que cambiaban el mundo, viniendo de los 4 rincones del planeta. Mujeres empoderadas, valientes, fascinantes. Mujeres, a la vez, con mucho corazón, ganas de cambiar el mundo y un espíritu de negocio.
Gracias a ellas, se reconciliaron mi parte altruista y mi parte apasionada por los negocios. Inconscientemente, me dieron el permiso para crear mi propia vía de éxito, con mi propio proyecto y mi propia forma de mejorar el mundo. Se había plantado la semilla del emprendimiento en mi mente. No la dejé florecer hasta varios años después.
“Pensé que la única manera de emprender era tener una idea revolucionaria”
TL: En estos años, ¿qué ha sido lo más difícil?
MI: Lo que me resultó difícil fue aceptar que la vía corporativa no era para mí. El orgullo de trabajar en empresas prestigiosas con nombres famosos me mantenía en un lugar donde no tenía que estar. Pensaba literalmente que mi valor residía en decir dónde y con quién trabajaba. Después de Cartier, trabajé en departamentos de Marketing durante poco tiempo, antes de darme cuenta de que odiaba ir a trabajar cada día. Veía a mis amigas que estaban felices, muy motivadas, y había llegado a la conclusión de que si no era capaz de estar feliz en una empresa, es que había un problema conmigo.
Pensé que no llegaría nunca a nada si no me obligaba a estar contenta, y que sólo era una vaga y una desagradecida por no sentirme muy afortunada de tener un trabajo y posibilidades de evolución. Es esa lucha interna que tienen tantas emprendedoras a la hora de hacer el salto, en el momento en el que todavía no tenemos la idea en mente, la confianza o la seguridad personal para afirmar que eso es lo que de verdad queremos hacer.
No tenía ningún ejemplo o referente de mujer emprendedora a mi alrededor y la única vía posible del éxito profesional que me habían inculcado era ser abogada, médico, o directora de una empresa famosa. No entendía tampoco lo que era emprender y pensaba que la única forma para hacerlo era tener una idea revolucionaria. Algo que no tenía en absoluto, ni rastro de ella.
“Mi lema y lo que transmito es: Mi Éxito es Inevitable“
TL: ¿Ser mujer ha sido una dificultad?
MI: Donde he notado desigualdad, más que dificultad, ha sido en mi último puesto de trabajo antes de dejarlo todo para emprender. Aunque ya no era estudiante, me pidieron que me volviera a matricular para poder hacerme un contrato de becaria. Trabajaba en esa empresa-multinacional para montar todo el departamento de prensa con un salario que no me permitía ni pagar un alquiler.
Compartía un cuarto en un mini apartamento y trabajaba 10 horas al día, sólo para sobrevivir. Lo digo sin animosidad ni rencor. Porque quien aceptó esas condiciones fui yo. Quien no se atrevió a negociar por miedo a no tener el puesto, fui yo. Quien, a pesar de todo lo que tenía que aportar, pensaba que me hacían un favor por darme tanta responsabilidad aunque era tan joven, fui yo.
Me quedé 3 años en esa empresa, acabé por montar el departamento de comunicación con casi 10 personas bajo mis órdenes en varios países, y mi sueldo apenas había subido. Descubrí que homónimos masculinos en otros departamentos ganaban más y seguían sin haber negociado un céntimo. Decimos que el éxito es un muy mal maestro, y puedo decir que en esas dificultades, aprendí muchísimo. Aprendí sobre cómo montar un departamento, reclutar y formar un equipo, gestionar proyectos y todo lo que absorbí para mi propia empresa. Todo en la vida es un regalo y ese regalo ha sido el de aprender a valorarme, hablar por mí y no aceptar nunca más condiciones que no me satisfacen.
“Me costó entender que la vía cooperativa no era para mí”
TL: ¿Cuándo das el paso para ser emprendedora y cómo evoluciona tu decisión hasta hoy?
Maïté Issa: Este mes hace 3 años que empecé a emprender. Inicialmente no lo veía como un emprendimiento. Estaba desilusionada con el mundo empresarial y segura de que no era para mí. Me quería alejar de las “mentes corporativas”. En cierta forma había demonizado el amor por los negocios y no quería estar más en ese mundo.
Durante mi último año de trabajo me formé en Yoga, Coaching, Programación Neurolingüística y Biodescodificación. Cada segundo fuera del trabajo (y a veces, lo admito, durante) estaba dedicado a esto. Inicialmente no era para emprender, sino para entenderme y responderme a: ¿Por qué no estoy bien dónde estoy?¿Por qué no estoy en paz conmigo misma? Y sólo después de todo un viaje personal, llegué a la idea de compartir ese conocimiento con las demás mujeres. Mi primera idea fue ayudar a las mujeres a hacer las paces con su cuerpo.
Para mí, habiendo vivido una vida de odio hacia mi cuerpo y una anorexia en la adolescencia, era un tema que me tocaba muy de cerca. Sabía que podía hacer una diferencia y aportar algo. No aguantaba la idea (y aún no la aguanto) de que mujeres tan talentosas y brillantes como la mayoría de las que conocía, perdían valiosos pensamientos y energía preguntándose si su falda les hacía parecer gordas o si habían comido demasiado al mediodía.
Empecé dando clases de yoga & coaching para la autoestima corporal en una mini sala en el barrio histórico de Barcelona. Poco a poco, me di cuenta de que mi rechazo por los negocios y por crecer como emprendedora, no me permitía ayudar a más mujeres. Debía reconciliarme con esa parte para poder cumplir con la misión que tenía en mente.
“Las mujeres necesitamos referentes de que sí es posible“
Literalmente, me quedé sin casi nada de dinero en la cuenta y lista para regresar a buscar un trabajo nuevo en una empresa (y la sensación de que eso me mataría). Muchas veces tenemos la idea de que hacernos pequeñas es mejor, es más humilde y noble, pero la realidad es que el impacto que tenemos en el mundo es mucho mayor cuando aceptamos nuestra grandeza.
Hoy, ayudo a centenares de mujeres en 21 países a transformar su vida, usando la reprogramación cerebral, el trabajo energético y el entendimiento de las leyes del campo cuántico. He creado una empresa próspera, con un equipo creciente de mujeres poderosas que están dedicadas a dar el mejor servicio a nuestras alumnas y facilitar su máxima transformación. Tengo formaciones online dedicadas exclusivamente a enseñar a mujeres cómo manifestar sus deseos. Por manifestar, entiendo el proceso de llevar algo que un día formaba solamente parte de tu imaginación, a existir en el mundo material, de los pensamientos a la acción.
Los logros de mis alumnas y sus mensajes de gratitud a la hora de conseguir el nuevo trabajo, la nueva casa, la pareja, la relación sana con la familia o simplemente la autoestima, me confirman cada día que haber decidido quedarme pequeña, no le habría beneficiado a nadie. En mi Podcast ‘La Voz de tu Intuición’, que se puede encontrar en Spotify, iTunes y Soundcloud, comparto cada lunes episodios transformadores. Para que todas puedan empezar desde ya a ser, hacer y tener todo lo que anhelan. Y dejen de pedir perdón por su ambición.
“Mi primera idea fue ayudar a las mujeres a hacer las paces con su cuerpo“
TL: ¿Cual es para ti la clave del éxito?
Maïté Issa: Es mucho más simple de lo que pensamos. No digo fácil, porque habrá obstáculos y retos en el camino, pero sí simple. Son 4 pasos a seguir.
- Decide cuál es tu versión del éxito. ¿Dónde vives ? ¿Cuánto ganas? ¿Qué haces de tus días? ¿A qué te dedicas? Sé lo más específica posible, y si piensas que no sabes, ya te digo que es mentira. Hemos aprendido a decir que no sabemos lo que queremos por miedo a no conseguirlo. En este caso, puedes empezar a escribir todo lo que NO quieres, y de allí buscar su contrario para decidir qué es lo que de verdad anhelas. Sin ese primer paso, es como pedir a un GPS que te lleve a una ciudad sin indicarle cuál. No es posible llegar.
- Imagina cómo es la persona que ya ha conseguido tu objetivo. Si ya lo tuvieras todo… ¿Cómo actuarías ? ¿Qué decisiones tomarías? ¿Qué sentirías? Aquí también, se lo más específica posible.
- Empieza a SER esa mujer ahora. Actuar como si fueras ella, vestirte como ella, presentarte como ella, tener los hobbies que tiene ella, hablarte como ella se habla a sí misma.
- Mantener la confianza en que estás en el buen camino. Que tu éxito es inevitable y que llegará en cuanto tú estés lista para sostenerlo y valorarlo.
Este proceso es un resumen de lo que uso en mi día a día para crear todo lo que tengo en mi vida (desde la pareja, hasta el negocio, pasando por los viajes alrededor del mundo y demás). Y el que enseño a mis alumnas a integrar como un nuevo automatismo. Un automatismo para el éxito.
“El impacto que tenemos en el mundo es mayor cuando aceptamos nuestra grandeza“
TL: ¿Cual es tu próximo sueño?
Maïté Issa: Estoy escribiendo mi libro en respuesta a muchas peticiones de la comunidad. Ya voy por la mitad, y un sueño muy real es que pronto estará publicado y disponible para llevar mi mensaje del empoderamiento femenino a través del mundo.
TL: Como mujer en el mundo laboral, ¿en qué medida es importante que haya mujeres en puestos directivos y en qué medida es la actitud lo más importante?
Maïté Issa: Necesitamos referentes. Necesitamos ejemplos de que sí es posible. Necesitamos normalizar las mujeres directivas y exitosas. Mientras que voy hablando, me ha venido cuál es mi verdadero sueño. Mi verdadero sueño es que poco a poco, mi trabajo y también publicaciones como ‘Mujeres con Energía‘ ya no sean necesarias. Que parezca tan normal que las mujeres tengamos éxito, que sepamos valorarnos e ir por lo que queremos que las generaciones futuras se asombren de que hacía falta “empoderarnos”.
“Adoro lo que hago y me resulta difícil pasar a otra cosa”
TL: ¿Cuáles son tus hobbies?
Maïté Issa: Por muy friki que vaya a sonar mi hobby principal es estudiar y formarme sobre la física cuántica, el funcionamiento de nuestro cerebro y nuestro subconsciente. Sobre las emociones y cómo funciona el universo. Puedo decir que no hay nada que me haga ni la mitad de ilusión que hacer esto. Estoy obsesionada por desvelar esos secretos y traerlos a mis alumnas y mi comunidad, para que tengan las herramientas y vivan la transformación que tanto anhelan.
Adoro lo que hago y me tengo que forzar para pasar a otra cosa. En estos casos, me encontrarás en una librería (de nuevo), en la naturaleza (preferiblemente montaña), viajando (sobre todo NYC y Asia últimamente) o pasando tiempo hablando de los misterios del universo con mis amigas.
“Comparto mi vida con otro emprendedor y la conciliación es muy fácil”
TL: ¿Cuales son los secretos que has aprendido para que las cosas pasen?
Maïté Issa: Poner a nuestro servicio nuestra mente subconsciente. Todos los estudios enseñan que ella es la responsable del 95 % de nuestros comportamientos, decisiones y resultados. Si algo te está resultando difícil, es que tu mente consciente y tu mente subconsciente no están de acuerdo. Cuando nuestras creencias inconscientes no apoyan nuestros deseos conscientes, tenemos la sensación de no avanzar, de que las cosas no andan como queremos, que hay que luchar para conseguir lo que queremos. Y cuando lo conseguimos, lo más probable es que lo saboteemos.
Por ejemplo, si quiero tener una empresa de éxito pero mi creencia es que los negocios son malos y que los ricos son codiciosos. O si creo que es muy difícil ganar dinero, lo más probable es que aunque tenga la mejor idea del mundo, vaya luchando para crecer. Las creencias se van creando durante la infancia, en función de lo que oímos de nuestros cuidadores. Por ejemplo, si los padres se quejaban constantemente del “jefe” o de que no había bastante dinero, o de que “no crece en los árboles”.
Lo que hemos experimentado (peleas de familia por un negocio familiar, estafas etc.) o lo que vimos (ya no hay postre al final del mes, no tengo ropa tan nueva como los compañeros de cole). Gracias a la plasticidad cerebral, las podemos reprogramar con repetición y paciencia, para cambiarlas por creencias que sí apoyarán nuestro desarrollo y éxito.
“Enseño a mujeres a que dejen de pedir perdón por su ambición”
TL: ¿Como concilias tu trabajo con tu vida privada?
Maïté Issa: Comparto mi vida con otro emprendedor apasionado en casa, lo que hace que la conciliación sea lo más fácil del mundo. Nos apoyamos, creemos el uno en el otro y siempre estamos para escucharnos y darnos consejos cuando lo necesitamos. Nos hemos hecho un estudio en casa y lo llamamos el “hub de creatividad”, porque las ideas no paran de llegar.
TL: Hablando a jóvenes mujeres, ¿qué aconsejarías a las que están entrando en el mundo profesional?
Maïté Issa: Mujer, entra allí sabiendo que tu éxito es inevitable. Atrévete a negociar y a hacerte valer. Tienes mucho más poder en cualquier negociación de lo que tú crees. Deja de tener miedo al “no”, al rechazo, porque lo peor que te puede pasar es que te quedes en el punto donde estás ahora. No te van a echar por opinar. Cuanto más te respetes y te valores a ti misma, cuánto más los demás serán reflejo de esta perspectiva interna. No necesitas saberlo todo para merecer éxito. Tampoco hacerlo todo perfecto para merecer éxito.
Ni tienes que ser la más inteligente, la más guapa, la más innovadora o la más productiva para tener éxito. Tu vía del éxito es única y cuando dejes de compararte, crearás el espacio mental necesario para conocerte a ti misma y descubrir cuál es tu propio camino, cuál es tu propio superpoder. Todas lo tenemos y tú también, es momento de que te des el espacio de reconocerlo y desarrollarlo para vivir de acuerdo con lo que de verdad has venido a aportar al mundo.