MANU PÉREZ: “No me gustan las personas tóxicas que lo critican todo”
Dice no saber hacerse el nudo de la corbata y echar muchísimo de menos dar abrazos. Amante de Frank Sinatra, triunfa en Telemadrid sin querer dar normalidad al término 'nueva normalidad'
Acabo de descubrir que es bueno trasteando con los ordenadores, así que ya tengo mi “salvador” informático. Manu Pérez cumple un año en Telemadrid, adonde llegó de su Extremadura natal con cierta pena, pero mucha ilusión. Hoy se confiesa feliz y ha conseguido que su ‘Telenoticias2’ no baje de los dos dígitos, lo que es un plus incontestable. Por cierto, la próxima ¡cuando quieras! Y pienso abrazarte, porque yo no tengo miedo al contacto… ¡con precaución!
The Luxonomist: ¿Qué te da el periodismo que no encuentras en ninguna otra actividad de la vida?
Manu Pérez: Me da la posibilidad de sentarme en el sofá de tu casa, entrar en la cocina, en tu habitación o sentarme en el asiento del copiloto mientras conduces. Me ofrece poder hablarte sin conocerte y la responsabilidad de hacer de intérprete de signos de la realidad. Nuestra obligación es que las dos manos, la izquierda y la derecha, tengan el mismo músculo en esa interpretación.
TL: El niño que imitaba de pequeño, ¿es hoy el profesional que había soñado?
Manu Pérez: No, en realidad yo soñaba con ser como Tony Aguilar y presentar una lista de éxitos musicales en la radio. Esa inyección de energía de la radiofórmula intento transmitirla a la seriedad de las noticias.
TL: ¿Qué te ha enseñado el confinamiento que hemos sufrido?
Manu Pérez: Me ha enseñado a querer más y a darme cuenta de cuánto echo de menos un abrazo. También a ser maratoniano de pasillos y combinar pantalón de pijama con camisa, corbata y chaqueta para salir en la tele.
TL: ¿Imaginas el mundo al que vamos a salir?
Manu Pérez: No me gusta el término “nueva normalidad”. En todo caso será la nueva anormalidad porque tener miedo a dar abrazos, besos o la mano es algo que nunca imaginé. Salimos con mucho miedo, pero soy optimista y, aunque hayamos perdido varios rounds, ganaremos el combate. Aunque también es cierto que el coste ha sido grande para muchas familias.
“Tener miedo a dar abrazos, besos o la mano es algo que nunca imaginé”
TL: ¿Necesitaremos menos encuentros telemáticos y más abrazos?
MP: Estoy deseando hacer zoom de abrazos.
TL: ¿Has mirado atrás, en estos días de reclusión, y te has plateado un cambio?
MP: Me he planteado cómo servir de ayuda en una situación así. Ha sido extraño ver como todos los planes se han deshecho. Estoy acostumbrado a planificar mucho y me ha costado no tener nada en la agenda.
TL: ¿Se puede ser imparcial cuando los sentimientos entran en juego?
MP: Se puede y se debe. Aunque todo depende de cómo concibas el periodismo.
TL: ¿La forma más elegante de decir adiós?
MP: No me gustan las despedidas e intento evitarlas. Soy muy de ‘bomba de humo’ e irme sin llamar la atención.
TL: ¿En qué situación has dicho “chapeau”, me quito el sombrero?
MP: La última vez, en el Ministerio del Tiempo, viendo a Lorca con Camarón o a Velázquez entrando al Prado escuchando trap. Me gusta la gente que arriesga en su trabajo.
TL: ¿Qué te gusta hacer a tu manera?
MP: Soy muy de Frank Sinatra en esto, aunque siempre escucho a los demás.
“En el confinamiento me he dado cuenta de cuánto echo de menos un abrazo”
TL: ¿Qué es lo que mejor se te da hacer?
MP: Trastear con ordenadores y móviles. En todo lo demás, soy muy Pepe Viyuela y su silla.
TL: Si pudieras ser otra persona o cosa, ¿por qué /quién optarías?
MP: Me encantaría pasar un domingo siendo Pepe Domingo Castaño. Es pura radio.
TL: ¿Qué ha sido lo que realmente ha marcado tu vida?
MP: Una visita a la radio municipal de mi pueblo cuando tenía 11 años.
TL: ¿Qué pone en tu estado de WhatsApp?
MP: Nada.
TL: ¿A quién meterías en una máquina del tiempo?
MP: Al coronavirus. Y bloquearía los mandos para que se quedara atascado en medio de la nada.
TL: ¿Qué locura has hecho para conocer a uno de tus iconos?
MP: Hago locuras por las personas que quiero y tengo cerca. Ellos son mis iconos.
“La manipulación junto con el ego es el cáncer del periodismo”
TL: ¿A qué eres inmune?
MP: Al odio y la violencia.
TL: ¿El insulto hace callo?
MP: Hace sangre. Nunca me acostumbro a él. Siempre me alejo cuando lo detecto. No me gustan las personas tóxicas que no paran de criticarlo todo.
TL: ¿Marca España es…?
MP: La alegría, la risa… y el jamón de bellota de Extremadura.
TL: ¿Qué no falta nunca en tu maleta?
MP: Siempre falta algo. Es rara la vez que no se me olvida algo.
TL: ¿La suerte es más definitoria que el talento?
MP: Sin talento la suerte acaba evaporándose.
TL: ¿A qué te suena la vida?
MP: Desde hace dos años y medio a ‘Desde las nubes’ de Maldita Nerea.
“La cena de mis sueños sería con mis cuatro abuelos”
TL: ¿La belleza da poder?
MP: ¿Es Trump bello? ¡Pobre Melania!
TL: ¿El dolor más intenso?
MP: El sentimiento de pérdida.
TL: ¿Ser elegante es…?
MP: Ser Victoria, Celia y todo el equipo de estilismo de Telemadrid. Yo no sé hacerme ni el nudo de la corbata.
TL: ¿Qué te hace perder la templanza?
MP: Pocas cosas, aún no he lanzado el zapato a nadie (risas). Me enfadan las mentiras, la prepotencia. Y en nuestra profesión, la manipulación. Junto con el ego, es el cáncer del periodismo. Debería estudiarse en las escuelas una asignatura cuyo primer punto fuese no creerse al 100 % todo lo que vemos/escuchamos/leemos y acudir siempre a varias fuentes. Mi padre siempre me dice: “De lo que oigas, no creas nada y de lo que veas, la mitad creas”. Es sano ponerlo todo en cuarentena.
TL: ¿Con quién compartirías la cena de tus sueños?
MP: Con mis cuatro abuelos. No están físicamente, pero como en la película ‘Coco’ siempre están ahí si nos acordamos de ellos.
TL: ¿Esa crítica que, por ser verdad, más te ha dolido?
MP: Me duele cuando no hago bien mi trabajo. Soy mi mayor crítico.
TL: ¿La pregunta que no te he hecho y te habría gustado?
MP: ¿Para cuándo la siguiente?