Mónica Cruz: «El baile me enseña que el esfuerzo tiene su recompensa»

Amalia Enríquez. 27/01/2023
Foto: Gtres

La interpretación llegó a su vida por casualidad y, cuando se dio cuenta de que podía combinarla con el baile, Mónica Cruz se dedicó en cuerpo y alma a esa nueva aventura. La fama le llegó con “Un paso adelante” y ahora, casi 20 años después, revive aquellos momentos en “Upa Dance, la serie”, donde se convierte en la directora y profesora de la academia.

The Luxonomist: ¿Qué te da el baile que no encuentras en otra actividad de la vida?
Mónica Cruz: Me da vida, mucha magia. Me enseña cada día que el esfuerzo tiene una recompensa.

TL: Cuando la interpretación aparece en tu radar profesional, ¿intuyes que la danza va a ser un plan B?
Mónica Cruz: No. De hecho, cuando aparece la interpretación (que ni esperaba ni me había planteado) yo estaba muy centrada en el baile. Bailo desde los cuatro años y cuando a los ocho vi “Fama” tuve claro que lo que quería era ir a una escuela así. Cuando me llamaron para “Un paso adelante” acepté porque era una serie en esa línea. De lo contrario, seguro que no la habría hecho. Fue todo tan rápido, sumado al éxito de la serie, que me costó asimilar que la danza me había llevado a eso. La danza no deja de ser un modo de interpretación.

TL: La Mónica actriz y bailarina se funden en “Un paso adelante” y “Upa Dance”. Han pasado 18 años y el ayer vuelve..
Mónica Cruz: Síiii… y estoy muy feliz. Desde hace tiempo estábamos viendo que volvían muchas series de antes y esperaba el momento de que la nuestra también lo hiciera. No olvidemos que fue una serie que se vendió a 80 países. El éxito fue descomunal. Para mí fue muy especial y poder hacerla de nuevo, casi 20 años después y desde otro sitio, siendo ya madre y en mi madurez, ha sido un auténtico regalo. Ya lo fue en su momento y me cambió la vida.

«No me asusta enfrentarme a nuevos retos»

TL: Un día, en la cima del reconocimiento y la popularidad, decides dejarlo todo para ser madre. ¿Recuerdas difícil el regreso?
Mónica Cruz: No, la verdad. Esta profesión ya de por sí es difícil e inestable. En el momento que decidí ser madre y hacerme a un lado, afortunadamente también tenía la línea de diseño y eso me permitía ese tiempo de parón y estar más tranquila. Siempre pensé que si se olvidaban de mí, me daba igual. Mi prioridad era mi hija y poder estar dedicada a ella los primeros años. Le di pecho tres, aunque ya comía de todo, y en ningún momento quise perderme esa experiencia. No me arrepentiré en la vida de esa decisión.

TL: En una profesión como la tuya, en la que si desapareces no existes, ¿no te dio miedo que ocurriera eso?
Mónica Cruz: No, esa era mi prioridad. Si no volvía a trabajar en la interpretación, lo haría en otro lado. No se me caen los anillos por eso. Llevo trabajando desde muy pequeña, he quemado muchas etapas y no me asusta enfrentarme a nuevos retos.

TL: ¿Se ha pasado ya esa etapa en la que sentías que no te daban tu sitio?
Mónica Cruz: Esa sensación sigue ahí, pero no pongo mi energía en ello. Vengo del baile, de la danza, donde la disciplina es brutal, al igual que la educación que me han dado en mi casa. Cuando uno trabaja y demuestra que lo puede hacer, se prepara bien y respeta su profesión, lo otro es una sombra que está ahí. Los que me quieran cerrar puertas por mi apellido, que lo hagan. No voy a poner mi energía ahí, la vida no funciona así.

TL: ¿Un recuerdo recurrente cuando miras atrás?
MC: Muchos, la verdad. De la época en la que bailé con Joaquín Cortés ¡incontables! También de mi infancia, la academia en Alcobendas, la casa de mis abuelos, la peluquería de mi madre… Todo eso lo tengo muy presente, no olvido de dónde vengo.

“Cuando decidí ser madre no me asustó el olvido”

monica cruz
Foto: Gtres

 

TL: ¿Existe una receta para la felicidad?
MC: La vida es inestable y a veces te las dan por todos lados, pero al final lo más importante, que yo intento inculcarle a mi hija, es el respeto hacia ti mismo. Es la única manera de respetar a todo lo demás. Y por supuesto escucharte siempre y sentirte libre, pero siempre desde ese respeto.

TL: ¿Solo el amor se permite una gran locura?
MC: Depende del amor y de la locura. Cuando ya eres grande, el amor verdadero es el que tienes hacia tus hijos y la familia. Lo de las parejas va por otro lado y lo mides de otra forma.

TL: El rasgo de tu personalidad que no querrías que heredase nadie.
MC: Soy muy disciplinada, pero no creo que sea algo malo. Eso lo he heredado del baile y me ha dado tantas cosas buenas que me gustaría que mi hija lo heredase. Soy muy responsable y creo que es importante escucharse a sí misma.

TL: ¿Algún vicio es sano?
MC: Los extremos nunca son buenos, el equilibrio es importante. ¿Te gusta el chocolate o un buen vino? Pues está bien, pero con moderación.

TL: Un placer prohibido que te permites.
MC: Me permito muchos. Me gusta cuidarme, porque lo que más me importa es estar sana, bien y vivir muchos años. Cuido la alimentación, pero no regateo una pizza o un whopper con mi hija de vez en cuando.

“Me sorprende, asusta y me preocupa la maldad”

TL: Un don que la naturaleza te ha negado.
MC: El dibujo. Sin embargo mi hija ¡no sabes cómo dibuja! Cuando dibujo con ella nos reímos mucho, porque mis dibujos son peores que los de un niño de preescolar.

TL: Esa pregunta incómoda que siempre te hacen.
MC: Las relacionadas con la familia o con mi hermana, pretendiendo que hable por boca de ella. Yo no soy quién para hablar en nombre de otros, pero ya me he acostumbrado a esas preguntas y creo que ya he aprendido a manejarme.

TL: ¿Qué te intimida hasta el punto de sacarte los colores?
MC: Soy muy payasa, ya lo sabes, pero como buena bailarina, me gusta que vean que me esfuerzo y que hago bien mi trabajo. Si eso no ocurriera, cosa que no me permito, me intimidaría y quitaría el sueño.

TL: ¿Un lema vital que lleves por bandera?
MC: Escucharme, siempre… Y hacerme caso.

TL: Ese lugar en el que te encontraría si decidieras perderte.
MC: Me pierdo mucho en mi casa, es como mi templo. Mi niña, mis perros… Siempre estoy ahí.

“Hacer las cosas como las hago es lo que me da paz”

monica cruz
Foto: Gtres

 

TL: ¿Y esa crítica que, por ser verdad, más te ha dolido?
MC: No leo críticas, ni buenas ni malas.

TL: Un propósito que nunca cumples.
MC: De momento dejar de fumar. Lo dejé hace tiempo, pero volví.

TL: Un miedo que no sepas superar.
MC: Que le pase algo a mi hija, creo que es un miedo ya de por vida. O que me pase algo a mí y que no pueda seguir con ella. Es algo con lo que tengo que aprender a convivir.

TL: ¿Qué te sorprende de la vida?
MC: La propia vida que, a pesar de todo lo que tenemos que pasar, es mágica. Lo descubres sobre todo cuando tienes hijos y vives su evolución. Es pura magia. En el otro lado está ese lado perverso de la gente. Me sorprende cómo puede reaccionar el ser humano ante determinadas situaciones. Me sorprende, asusta y me preocupa la maldad.

TL: Te dejarías cortar la mano antes de decirme…
MC: No me la tendría que cortar porque a ti te cuento muchas cosas. Es importante saber con quién hablas y lo que cuentas. De esa forma no tendrías que llegar a una situación tan límite.

“Los que me quieran cerrar puertas por mi apellido, que lo hagan”

TL: ¿Qué virtud envidias?
MC: Ese relax que puedes llegar a sentir cuando te das cuenta de que no pasa nada si no haces las cosas al cien por cien. Pero me he dado cuenta de que hacer las cosas como las hago es lo que me da paz.

TL: ¿Cuál es la mejor forma de dejar huella?
MC: Siendo tú mismo, con lo bueno y lo malo.

TL: ¿Una extravagancia que no piensas reprimir?
MC: Si se considera extravagancia llevar a mi hija a la ruta en pijama.. ¡pues esa!” (risas) Me pongo el plumas encima y disimulo. Es importante ser libre.

TL: ¿Qué le agradeces y reprochas a tu físico?
MC: Le agradezco no tener dolores, no quejarme. Lo he castigado muchos años con el baile, pero se porta bien.

TL: Tres calificativos que sinteticen tu pareja ideal.
MC: Ser libre y respetuosa. ¿Te parece poco?”

TL: La prenda que no falta en tu maleta cuando sales de viaje.
MC: Un vaquero. Y ya me he olvidado del “por si acaso”, porque llevaba maletas llenas con cosas absurdas.

TL: Sé que han sido muchas pero, ¿hay una pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder?
MC: Siempre hablamos mucho y también siempre nos quedan preguntas por hacer y responder. Lo dejamos para la próxima, pero ya sabes que siempre va todo fenomenal en nuestras charlas.

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