Foto: Miguel Zaragoza
Leí hace tiempo, en una entrevista que le hicieron, que no sabía si era una valiente o una inconsciente. Lo que sí debe saber Sara Sálamo es que ella es de esas personas que van de frente y cree en el ser humano, aunque le preocupa descubrir que en alguno de ellos no va a encontrar su parte luminosa. Después de interpretar a personajes con acento argentino, uruguayo, malagueño o madrileño ¡por fin! va a poder verbalizar su propio acento canario en el próximo proyecto. Ahora estrena “El año de la furia”, al lado de Alberto Amman…
The Luxonomist: ¿Qué te da la interpretación que no encuentras en otra actividad de la vida?
Sara Sálamo: La interpretación es el mejor deporte en equipo que he conocido. Hay veces, cuando estoy en un set de rodaje, miro a mi alrededor y quiero llorar de orgullo. Hay entre cincuenta y cien personas, cada una en su especialización, remando hacia una misma dirección para que cada secuencia salga adelante. No importa que hayan pasado doce horas desde la primera toma, no importa que haga frío o calor extremo… Estamos todos a una. Es una sensación increíble formar parte de ello.
TL: ¿Vivimos un tiempo de furia?
Sara Sálamo: No creo que diste mucho más de la furia que se ha vivido en otras etapas… Pero es cierto que la llegada de las redes sociales hace que haya más ruido. Y, sobre todo, que haya menos debate. Siento que estamos perdiendo la gama de grises y que debemos decidir si estamos en el equipo del color blanco o del negro. Eso no me parece sano.
TL: Demuestras, una vez más, que los acentos son lo tuyo.
Sara Sálamo: Si te soy sincera, me dan un vértigo descomunal. Pero todo lo que me suponga un reto, me hace feliz. Soy muy trabajadora y exigente conmigo misma. He hecho de argentina, de uruguaya, de malagueña, de madrileña… Y por fin, después de tanto tiempo, ¡este verano trabajaré en un proyecto con acento canario! Siento que voy a tener que contratar un coach, jajajaja.
TL: “El año de la furia”, al margen de otras lecturas ¿es un canto a la amistad, esa que está a prueba de dificultades?
SS: La amistad es un tema que me interesa muchísimo. Reflexiono mucho sobre qué personas, en la edad adulta, decidimos tener cerca. La forma en la que alimentamos la relación… Y cómo dejamos de hacerlo y por qué. En “El año de la furia”, como dices, se habla de ello. Creo que abre un debate sobre si podemos tener amigos que sean ideológicamente opuestos, o si damos la talla como amigos en las situaciones verdaderamente importantes.
TL: ¿Cuál es la mayor dictadura del ser humano?
SS: A mi parecer, contra todo lo que no sea nuestra especie. Somos verdaderos tiranos con el resto del planeta.
TL: ¿Se puede ser imparcial cuando los sentimientos entran en juego?
SS: Definitivamente no. Si no, dejaríamos de precisar jueces o mediadores… De hecho, la ley nos exime de declarar contra nuestros padres e hijos, ya que se da por hecho que los sentimientos van a empañar nuestra objetividad. Pasa lo mismo con los cirujanos, por ejemplo… Es de sentido común pensar que los sentimientos pueden perturbar cualquier situación.
TL: ¿Lo mejor que se te da hacer?
SS: Creo que soy buena comunicadora. Desde pequeña me encanta contar historias o anécdotas. Disfruto haciéndolo y viendo cómo reaccionan los demás.
TL: ¿Quién ha marcado realmente tu vida?
SS: Mis dos hijos. Sin dudarlo.
TL: ¿Qué te pone de buen humor?
SS: Cantar a pleno pulmón. Nunca falla.
TL: Esa canción con la que, cuando la escuchas, se te mueven los pies sin remisión.
SS: Saturday Night. Soy incapaz de no hacer el bailecito.
TL: ¿En qué eras brillante en el colegio?
SS: En todo lo referente a las letras y lo artístico. Las matemáticas eran mi talón de Aquiles.
TL: Esa obra de arte que te gustaría tener expuesta en casa…
SS: Cualquiera de Juan Genovés.
TL: ¿Un talento que se te resiste por mucho que lo intentes?
SS: Tengo cero talento para entender los parentescos. Cuando en una historia hay varias generaciones o relaciones familiares entre sí, necesito un croquis. De hecho, la mayoría de las veces desisto. Juego de Tronos estará en mi lista de pendientes de por vida, supongo…
TL: ¿Eres de una mentira piadosa a tiempo?
SS: Jamás. No tolero la mentira. Ni siquiera el hecho de que “me maquillen” una situación. Prefiero una verdad incómoda.
TL: ¿Cuál es la compañía perfecta para irte de fiesta?
SS: Cualquiera de mi círculo cercano. Me rodean personas muy divertidas.
TL: ¿Esa palabra que nunca regateas y más usas?
SS: Va por épocas, vivencias y compañías. Las muletillas van variando con la etapa vital. No soy consciente de cuál es mi fetiche verbal ahora mismo.
TL: ¿Qué ves cuando te miras al espejo?
SS: Estoy sumida en un momento muy contradictorio. Con respecto a lo físico, muchos días sufro al ver que, tras mi segundo parto, mi cuerpo no es el de antes y ahora mismo no está dentro de lo normativamente perfecto. Esto hace que no sólo me agobie por lo que veo, sino porque me pese algo tan superficial. También hay días en los que me enamoro de la exuberancia de mis pechos y de lo increíblemente poderosa que soy. Alucino con que mis hijos puedan subsistir solo comiendo de mí. A groso modo, me siento cómoda con lo que veo, me gusta la mujer que soy y el viaje hacia la madurez que estoy transitando en todos los sentidos.
TL: ¿Ese bien que más valoras?
SS: El regalo que me hizo mi chico por el nacimiento de nuestros hijos.
TL: ¿Qué llevas siempre en los bolsillos?
SS: ¡Nada! Siento que me incomoda hasta un imperdible.
TL: ¿La enseñanza que nos deja vivir en pareja?
SS: Tener pareja es un trabajo muy exigente. Hay que cuidarla cada minuto.
TL: ¿Tu mayor decepción?
SS: Llegar a la conclusión de que no todo el mundo tiene parte luminosa. Tengo la necesidad de entender el por qué de todo y tiendo a justificar comportamientos utilizando la empatía… Pero hay veces que, cuando descubro que existen personas que hacen mal a otros de forma intencionada y que eso no les mueve en absoluto, siento un pesar muy profundo.
Me pone muy triste que no esté dentro de nuestras prioridades, como sociedad, el mejorar individualmente. Ojalá se ponga de moda hacer terapia y que cada día nos planteemos de qué forma podemos mejorar. Como aceptar nuevos puntos de vista y que no demos por sentado que lo que hemos aprendido en épocas pasadas, es lo que debe permanecer.
TL: ¿A quién sigues con interés en las redes sociales?
SS: Últimamente sigo a muchas mujeres cómicas. Eva Soriano, Victoria Martín, Henar, Inés Hernand…
TL: Una película en la que te gustaría quedarte a vivir.
SS: Big Fish. La realidad teñida de magia.
TL: Esa experiencia gastronómica inolvidable.
SS: Un restaurante en Berlín similar a un laberinto de espejos. Tenían opción vegana y el ambiente daba para charlas muy divertidas. No recuerdo el nombre…
TL: La pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder.
SS: Prefiero que me sigas sorprendiendo en el futuro. ¡Eso quiere decir que ambas seguimos vivas y trabajando en lo que nos gusta!
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