La extraña y multitudinaria luna de miel de Gwyneth Paltrow

De todos es sabida la afición que tiene Gwyneth Paltrow por las cosas absurdas, ilógicas y cuando menos, incongruentes. La última hazaña conocida de la señorita Tous (protagonista de los filmes publicitarios de la familia joyera catalana en delicada situación político-comercial), se refería a la propuesta lanzada en su página Goop de estilo de vida, ofreciendo, como regalo navideño, una aldea en Lugo por 150.000 euros, lote que fue comprado por un matrimonio holandés.

Por otra genialidad, vista en la misma página, tuvo que pagar una multa que le impuso la oficina de protección al consumidor de California. La actriz abonó 145.000 dólares (casi el precio de la aldea) por ofrecer unos productos que no proporcionaban los beneficios asegurados. En concreto se trataba de unos huevos de jade y cuarzo rosa que se insertaban por vía vaginal, equilibrando (supuestamente) las hormonas y regulando los ciclos menstruales. Como debe nadar en la abundancia, pagó y siguió publicitando su web como si no hubiera pasado nada. Es lo que tiene el dinero, permite equivocarse y faculta la posibilidad de reincidir.

Una luna de miel muy peculiar

Pero la ultimísima genialidad de la señora de Falchuk, antes señora de Martin y Paltrow de soltera, de la que estamos hartos de recordar su dominio del castellano por sus tiempos escolares en Talavera de la Reina, es épica y tal vez consiga seguidores (ya veremos si la comercializa en su página web como apéndice sentimental de acordes y desacuerdos matrimoniales). Hablamos nada más y nada menos que de su luna de miel, a la que se fue, naturalmente, con su marido, el productor Brad Falchuk, pero a la que se llevó también a los hijos de éste, Isabella y Brody; y a los que ella tuvo con su ex, Chris Martin: Apple, de 14 años, y Moses, de doce.

Hasta aquí todo iría bien, pero la excentricidad es que para que los pequeños no echaran en falta a su papá, se ha llevado también a Chris Martin. Y para que éste no durmiera solo, ha incluido también a su actual pareja, la amante cinéfila de Grey, o sea, Dakota Johnson. Vamos, que en el lote del resort de las islas Maldivas donde se encuentran les habrán hecho tarifa excursión, también llamada de grupo.

La verdadera luna de miel

En realidad lo que cuenta la actriz es un poco mentira, porque la luna de miel propiamente dicha, consistió en un tour europeo del que la pareja dejó buena nota en las redes sociales. Pero como anda de promoción, pues tenía que contar algo diferente y, cuanto menos, curioso. Más abajo les cuento.

Gwyneth ha comentado en algunos posts lo cómoda que era la situación en Maldivas y lo bien que congeniaron todos. La actriz y el líder de Coldplay estuvieron casados durante diez años y rompieron hace cuatro. Pero no fue algo definitivo, porque la relación entre la pareja siempre ha sido sospechosamente cordial, utilizando el pretexto de que todo era por el bien de los hijos, historieta que a veces no cuela.

Todo por la promoción

Lo cierto es que Gwyneth incluye esta historia de luna de miel compartida en toda entrevista que se precie, en especial ahora que está de promoción de su nuevo libro de cocina, ‘The Clean Plate’, cuyo interés (?) completa con esta anécdota de su vida personal. Ya vemos que en todas partes hacen lo mismo, cuando estos famosos tienen algo que vender, airean esa intimidad de la que luego tanto se quejan cuando un paparazzi les pilla una foto desprevenidos (o desmaquillada) y la publica.