Helen Hunt, una discreta turista en Barcelona

Helen Hunt, que ganó el Oscar por su papel protagonista en ‘Mejor… Imposible’, ha pasado una semana de vacaciones en Barcelona, ciudad que por una vez, ha sustituido su Hawai habitual, un destino donde siempre ha manifestado sentirse libre, puede pensar y escribir con tranquilidad. Lo que ha hecho ha sido tomarse un respiro al lado de su hija, Makena Lei (que en hawaiano significa ‘Flores del paraíso’) y Gordon, hija de su segunda pareja, el cineasta Matthew Carnahan, con quien estuvo comprometida desde el 2001.

Hunt estuvo casada previamente con otro cineasta, Hank Azaria, aunque poco tiempo, exactamente 17 meses en 1999. La niña acaba de cumplir 14 años, los mismos que tenía la actriz cuando se aficionó a Hawai. Madre e hija son inseparables y se aprecia una enorme complicidad entre ambas, debido tal vez a la edad tardía en la que Helen la parió, pues había cumplido ya los 40 años.

Durante estos días no se han apartado mucho del patrón del turista habitual, abandonando el lujoso hotel donde se hospedaban (el Majestic), para recorrer los paisajes habituales de la ciudad y alrededores, playas incluidas. También han sido frecuentes sus veladas en la terraza del establecimiento, La Dolce Vita, donde han disfrutado de los atardeceres urbanos, ajenas a la curiosidad general que llenaba el espacio pero respetaba su intimidad, tal vez porque la discreción de la estrella facilitaba el anonimato.

Hunt parece haber dado carpetazo al 2017, un año que no tuvo nada a favor, porque a excepción de su participación en la Marcha de las Mujeres de Washington, lo demás se le puso de cara. El principal problema fue la separación de su compañero, Matthew Carnahan, tras 16 años de relación y la hija citada, una historia que había sufrido diversos altibajos y que incluso los había tenido separados algunos meses.

Tampoco favoreció mucho a la actriz aceptar la invitación que recibió por parte del presidente egipcio Abdelfatah al Sisi para inaugurar un Foro Mundial de la Juventud en la ciudad de Sharm el Sheij a orillas del mar Rojo. Allí se dedicó a hablar de las glorias prehistóricas del paso, de las civilizaciones doradas, del esplendor de los faraones y rememorando sus estudios sobre la historia de Egipto cuando tenía ocho años. Pero fue recriminada por más de un centenar de activistas que le reprocharon por carta su participación en los actos de un país lastrado por graves violaciones de los derechos humanos, felicitando incluso al gobierno egipcio por sus esfuerzos en dar voz a los jóvenes con una iniciativa cuyo slogan era ‘Necesitamos hablar’, cuando en realidad castiga la más leve disidencia. Encarcelar periodistas, prohibir expresar opiniones, escritores que tocan ficción y alteran la moral pública, o payar la diversidad sexual son otros de los puntos perseguidos por el gobierno.

Pero esto de las realidades fuera de casa no le sientan demasiado bien a Hunt, que felicitó a sus compatriotas el pasado 4 de julio, recién llegada a Barcelona, con un alegato contra Trump ilustrado con imágenes, lemas y pancartas referidos a la realidad catalana. Sin entender muy bien el proceso independentista, seguramente ni se enteró, su lío provocó un cruce de mensajes en las redes donde no quedó muy bien parada.

Con todo, fuentes cercanas a la actriz aseguran que «tanto ella como su hija han disfrutado de la estancia, que se han mostrado amables con el personal del hotel y han gozado de la anonimato deseado». Helen Hunt no resulta fácilmente identificable, a pesar de sus 103 películas como actriz en cine y televisión, con títulos como el citado ‘Mejor… imposible‘ o ‘En qué piensan las mujeres’, y que pronto estrenará ‘I love you, daddy’ . Tiene una más que notable carrera a sus espaldas, anotando curiosidades como el papel que hizo en ‘Peggy Sue se casó’, donde interpretaba a la hija de la pareja protagonista, Kathleen Turner y Nicolas Cage, cuando tenía nueve años menos que su “mamá” y uno menos que su “papá”. Señalemos también que es una de las dos actrices (la otra es Liza Minnelli), que se llevó en una misma edición el Globo de Oro, el Oscar y el Emmy.