Tras vivir una boda de cuento de hadas y una lujosa luna de miel en Italia, Jennifer Lopez ha vuelto al trabajo. La cantante inaugura su agenda, pero lo hace sin poder olvidar su «sí quiero» con Ben Affleck. Y es que JLo no ha dudado en volver a vestirse de blanco para su primer acto público. Con un total look de Fendi, Jennifer Lopez ha demostrado que está feliz y que los rumores de crisis con el actor ya son cosa del pasado.
Jennifer Lopez se ha dado un baño de masas en su primer compromiso tras su boda. La cantante ha participado en las celebraciones con motivo del mes de herencia hispana en Estados Unidos. Desde hace años, JLo se ha convertido en la cara visible de la lucha por los derechos de las personas hispanas, una reivindicación que llevó incluso hasta su actuación de la Super Bowl.
La cantante ha hablado ante un numeroso grupo de mujeres sobre sus complicados inicios en la música y el cine. De lo difícil que era para una joven latina, con bajos ingresos y que vivía en el Bronx, conseguir un trabajo. «Me aseguraré de que la gente que se parezca a mí o que provenga de lugares como del que yo vengo tengan las mismas oportunidades. Nunca se rindan, sean fuertes», afirmaba.
Visiblemente emocionada Jennifer Lopez daba estas inspiradoras declaraciones vestida de blanco, igual que en su boda. La cantante ha escogido este color para volver al trabajo y lo ha hecho con un exclusivo look de Fendi.
Se trata de un elegante traje de dos piezas de la firma italiana. Una chaqueta corta sin solapas, que incorpora un chaleco extraíble con solapas de punta y espalda descubierta, que se ajusta al cuerpo con un cinturón a juego con hebilla Fendi O’Lock de metal. Una pieza que va a conjunto con un pantalón de traje tipo palazzo. El precio del look de Fendi es de 3.790 euros, y está disponible en la web de la firma.
Para acompañar a este look nupcial, Jennifer Lopez tiró de joyero. La cantante lució un exclusivo collar de Tiffany. En concreto, el colgante insignia identificativa en oro de 18 quilates, una joya cuyo precio asciende a 5.950 euros. A él le añadió unos bonitos pendientes de eslabones, también de Tiffany, valorados en 3.750 euros.
Remató el look con un bolso tipo baguette de Charles & Keith y unos tacones con plataforma de color blanco de Valentino, valorados en 900 euros.
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