Jennifer Lopez y Ben Affleck disfrutan de una romántica luna de miel en Italia. La pareja, que se dio el «sí quiero» por segunda vez el pasado fin de semana en una multitudinaria ceremonia en Georgia, ha hecho las maletas para viajar de nuevo hasta Europa.
Milán ha sido el destino elegido por Bennifer para disfrutar de la segunda parte de su luna de miel, aunque ahora si, en solitario. La pareja se ha dejado ver dando románticos paseos por el Lago di Como, disfrutando de un viaje en barco e incluso comprando en tiendas de lujo. Un viaje de relax y pasión con el que Jennifer Lopez y Ben Affleck sellan su amor.
Ajenos a las miradas de turistas y fotógrafos, Jennifer Lopez y Ben Affleck están exprimiendo al máximo sus vacaciones. La pareja se encuentra estos días en Milán donde han visitado varias tiendas de lujo antes de poner rumbo al Lago di Como, uno de los destinos turísticos más exclusivos y visitados de Italia.
Allí la pareja ha disfrutado de un paseo en barco por el lago y una visita a la mansión que George y Amal Clooney poseen en la región. Se trata de una exclusiva propiedad conocida como Villa Oleandra que el actor adquirió en el año 2002 por 12 millones de euros. Una casa palaciega del siglo XVIII que Bennifer ha recorrido, aunque no sabemos si en compañía de George y Amal, pues en las fotografías la Diva de Bronx aparecía sola en los balcones de la vivienda.
La pareja ha podido degustar también los típicos helados italianos y echar un ojo en las tiendas de antigüedades y muebles que había por la zona, quizás pensando en la decoración de la nueva casa a la que se mudarán juntos en Los Ángeles.
Jennifer Lopez escogía para esta jornada turística un favorecedor look estilo verano italiano con un vestido color mostaza, de escote barco, mangas abullonadas y detalles cut out, que combinó con el bolso Stud Singn de Valentino en color crudo. Un look casual y desenfadado con el que no dudó en fotografiarse con los fans que se acercaron a saludarla.
Unos días de desconexión en los que Jennifer Lopez y Ben Affleck no han escatimado en gastos. Y es que para esta luna de miel la pareja ha decidido alojarse en uno de los hoteles más exclusivos de la zona, el Grand Hotel Tremezzo, donde se les ha podido ver disfrutar de un almuerzo con vistas al lago. Un alojamiento exclusivo y de lujo que cuenta con una playa privada con vistas a las montañas Grigne, y donde la noche puede llegar a costar más de 2.500 euros.
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