Foto: Gtres.
Michael Jackson tuvo varios amores en su vida. Se casó dos veces, un primer matrimonio con Lisa-Marie Presley, y un segundo con la dermatóloga Debbie Rowe, además tuvo un sonado romance con Brooke Shields. Sin embargo, parece que por encima de todas ellas estaba otra mujer, Lady Di. Un amor imposible e inalcanzable que el rey del pop consiguió mantener en secreto toda su vida y que ahora acaba de salir a la luz.
Matt Fiddes, guardaespaldas del cantante, revela en una entrevista con el diario Daily Star que Michael Jackson “estaba loco por la princesa Diana y quería convertirla en su mujer”. Según cuenta el guardaespaldas, el rey de pop estuvo varios años enamorado de Lady Di, un amor que siempre mantuvo en secreto, y que jamás le habría revelado a la princesa.
“Michael me dijo que la amaba, que estaba enamorado de ella y que quería casarse con ella. Me dijo que ella era su esposa ideal“, asegura. Sin embargo, aunque el cantante estaba loco por la princesa, él sabía que su amor era imposible e inalcanzable, aunque, según cuenta Fiddes, estaba convencido de que Carlos III estaba celoso de él y que lo veía como una “amenaza” en su matrimonio.
Aunque muchos puedan pensar que estas revelaciones son falsas, existen unas grabaciones del propio Michael Jackson hablando con su confidente, el rabino Shmuley Boteach, en las que confiesa su amor por Lady Di. “La amaba mucho. Ella era mi tipo, sin duda”, aseguraba el rey del pop.
Este secreto y llamativo amor habría surgido en 1988, cuando el cantante dio un concierto en Londres con su gira Bad. Aquel día Diana de Gales asistió al evento y el cantante pudo conocerla en persona. “Sintió un vínculo inmediato con ella tan pronto como se conocieron. Ambos eran personas muy tímidas y él la amaba, quería casarse con ella”, asegura el guardaespaldas.
“A partir de ese encuentro creció una fuerte amistad entre la pareja, que mantenían largas conversaciones durante altas horas de la madrugada”. Y es que según ha contado, Michael Jackson se gastó miles de libras en llamadas de teléfono nocturnas al Palacio de Kensington para hablar con Lady Di.
Sin embargo, entre ellos nunca hubo más que una amistad telefónica y un solo encuentro en persona. El cantante siempre profesó un gran amor hacia la princesa, y la noticia de su muerte en 1997 le sumió en una profunda tristeza que le llevó a cancelar varios conciertos.
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