Museo y fans, los planes de Amber Heard en Madrid
La actriz se encuentra feliz en Madrid y disfruta de planes culturales y de ocio mientras recibe el cariño de sus fans.
Amber Heard ya no se esconde en Madrid. Confirmada su residencia en la capital de España, por ahora con visos de ser permanente, la actriz ya se deja ver con total naturalidad haciendo planes. La calle en la que vive, en un exclusivo barrio de Madrid, ha recibido en las últimas horas la visita de muchos fotógrafos, curiosos y seguidores de la actriz. Hasta una patrulla de la Policía Nacional se personó en el domicilio para interesarse por su seguridad y el revuelo que se había formado en los aledaños de la casa.
Lejos de dejar que la presión mediática la amedrente, Amber Heard ha seguido con sus planes como si nada. Ha vivido desde hace años con la prensa de Hollywood a sus espaldas y no parece que ahora la cosa vaya a ser diferente. A media tarde del jueves, la actriz salía de su domicilio, una remozada casa unifamiliar en la que vive con su hija Oonagh para disfrutar de una cita cultural.
Amber Heard visita el Museo Sorolla de Madrid
Acompañada por un amigo, la protagonista de Aquaman se trasladó al cercano Museo Sorolla, uno de los espacios culturales más especiales y visitados de la capital.
Allí, en la madrileña casa del prolífico pintor valenciano, disfrutó de las creaciones y espacios donde Joaquín Sorolla fraguó su éxito como pintor. Sus obras triunfaron muy especialmente en Estados Unidos, donde ya en vida era considerado como uno de los grandes pintores de la época.
De lo más cercana y risueña
Amber Heard, con dos trenzas, sombrero de paja y vestido negro, derrochó sonrisas y cercanía con todo aquel que se acercó a saludarla. Firmó autógrafos, se hizo algún selfi y no escatimó palabras de agradecimiento por el cariño que está recibiendo en la capital.
La actriz parece dispuesta a rehacer su vida en Madrid, lejos de un Hollywood que le dio la espalda y le cerró las puertas tras el resultado del mediático juicio con su exmarido Johnny Depp.