Al mismo tiempo que se suceden los homenajes a Sean Connery, aparecen también diversos comentarios sobre el legendario actor muy alejados de estos elogios acerca del maltrato a la mujer. Connery declaró a ‘Playboy’ en 1965: “No creo que haya nada particularmente malo en golpear a una mujer. Aunque no recomiendo hacerlo de la misma manera que si golpearías a un hombre”.
Agregó que una bofetada con la mano abierta estaba justificada «si todas las demás alternativas fallan y han habido ya previamente muchas advertencias. Si una mujer es una perra, una histérica o con una mente sanguinaria de manera continua, entonces yo lo haría“.
En este sentido, las redes sociales se han llenado de comentarios estos días para recordar al público las duras declaraciones del actor. Entre ellas destacan las de actores como Bradley Whitford, que publicaba en Twitter: “Sean Connery parecía genial, pero su idea de golpear a las mujeres sin pedir disculpas no está bien. Connery era un actor querido por muchos pero también fue abusador, misógino y defensor de la violencia y el maltrato contra la mujer». Igualmente, otros comentarios explicaban que «el sistema le permitió tener una carrera larga e ilustre. Está bien criticar eso”.
De hecho, dos años después de sus comentarios iniciales a Playboy sobre el maltrato a la mujer, Sean Connery ratificó sus palabras. Lo hizo durante una entrevista con Barbara Walters diciendo que mantenía lo dicho: «No he cambiado de opinión. Quieren tener la última palabra y tú les das la última palabra, pero no están contentas con ello. Quieren decirlo de nuevo y meterse en una situación realmente provocativa, entonces creo que es absolutamente correcto”.
No obstante, años después, aclaraba sus declaraciones en una entrevista para ‘Vanity Fair’ en la que sugería que sus palabras fueron sacadas de contexto. «Realmente estaba diciendo que abofetear a una mujer no era lo más cruel que se le podía hacer», dijo en 1993. «Lo escribí en mi libro. Es tanto más cruel dañar psicológicamente a alguien que realmente llegan a odiarse a sí mismas. Eso es lo que buscan, la confrontación definitiva, quieren una bofetada». En 2006, Connery aparentemente cambió de posición al respecto. “Mi opinión es que no creo que ningún nivel de abuso contra las mujeres esté justificado bajo ninguna circunstancia. Punto final”, declaró a ‘Times’.
Por esas mismas fechas, la primera esposa de Connery, Diane Cilento, afirmó en su autobiografía, ‘My Nine Lives’, que sufrió abusos durante su matrimonio, desde 1962 hasta 1973. El actor, con el que comparte a su hijo Jason de 57 años, siempre negó las acusaciones.
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