En Róterdam estos días el debate no está relacionado con Eurovisión, festival que por cierto organizaron el año pasado. Allí la polémica es si hay que desmantelar o no el histórico puente De Hef para permitir que el superyate propiedad del fundador de Amazon, Jeff Bezos, salga del muelle en el que está siendo ensamblado. Como contamos en estas mismas páginas a finales del pasado octubre, la compañía holandesa Oceanco está en la fase final de la construcción del que será el yate a vela más grande del mundo.
Bautizado técnicamente como Perla Negra, el buque tiene unas dimensiones históricas para su categoría. Lo más llamativo son sus tres mástiles a vela, que superan los 46 metros de altura que tiene como máximo este puente levadizo. Y ahí es donde la técnica naval choca con la arquitectura histórica. Porque el también conocido como Puente Koningshaven se interpone entre el muelle donde se está ensamblando, en Alblasserdam, y ancho mar donde Bezos lo quiere estrenar.
El fundador y máximo accionista de Amazon, que va a invertir en este capricho unos 485 millones de dólares, ha comunicado que está dispuesto a abonar los gastos para desmontar dicho puente y devolverlo a su estado original. Algo que cuenta con el apoyo de la autoridad portuaria de Róterdam y el consistorio de la ciudad. Sin embargo, son muchos los ciudadanos que se muestran contrarios a esta decisión. Entre otras cosas porque se dijo que no se iba a tocar más, después de la última y costosa remodelación del puente, que concluyó en 2017.
El puente De Hef fue construido en 1878. En la Segunda Guerra Mundial sufrió daños severos y se volvió a construir. Y a principios de los noventa, la presión popular evitó su demolición. La ciudad fue muy castigada en la contienda y no conserva muchos edificios históricos que atraigan a los visitantes. Y por ello muchas asociaciones los defienden.
Ton Wesselink, presidente de la Sociedad Histórica de Róterdam, encabeza la actual revuelta popular contra el yate de Bezos. Afirma que el puente «se restauró hace unos años y prometieron no volver a tocarlo; así que no está claro por qué ahora, así sin más, porque un barco quiere pasar, tenemos que desmantelarlo. Siempre hay riesgo de que pueda dañarse», ha dicho en declaraciones a la agencia EFE. El Ayuntamiento de la ciudad afirma que la construcción del navío ha dado muchos empleos y que la publicidad es buena para la ciudad. Jeff Bezos, según Forbes, posee la mayor fortuna del planeta con algo más de 177.000 millones de dólares.
Desde Oceanco presumen de estar diseñando un yate que rompe con todo lo visto hasta el momento. Un navío que con sólo apretar un botón es capaz de desplegar casi tres mil metros cuadrados de velas y ponerse a navegar a favor del viento en siete minutos. Sería capaz de navegar a una velocidad máxima de 30 nudos, algo más de 55 k/h. Jeff Bezos habrá configurado su interior a medida, pero posee estancias y calidades premium, incluido un spa, sala de proyecciones y hasta un ascensor de cristal.
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