La Casa Blanca se inspira en los niños para la decoración de Navidad
Jill Biden dirige a trescientos voluntarios durante una semana para crear un ambiente navideño en la Casa Blanca repleto de magia.
Tras la festividad del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos comienza la cuenta atrás para celebrar la Navidad. Fechas en las que, como es tradición, la Casa Blanca se viste como manda la tradición. Hace unas semanas llegaba el árbol y este mismo lunes la Primera Dama, Jill Biden, ha sido la encargada de presentar en público la decoración de las estancias más relevantes de la residencia oficial.
Un legado que recoge con elegancia de sus predecesoras en el cargo, aunque son muchos los que añoran la exuberancia de las decoraciones que dirigía Melania Trump. El lema de esta temporada es: «La magia, maravilla y alegría de las fiestas».
La Casa Blanca se decora con la llegada de la Navidad
Tanto Jill como su esposo firman una misiva en la que describen la decoración de Navidad presente en la Casa Blanca. El tema está «inspirado en cómo los niños experimentan esta temporada festiva. Completamente presentes en la belleza y la generosidad que los rodea, con los sentidos encendidos, con el corazón abierto a la magia, la maravilla y la alegría de las fiestas», afirman ambos.
Con el deseo de que cada uno abrace a su «niño interior» Jill Biden afirma que es «es un momento para que nuestros sentidos despierten. Para que cada uno de nosotros huela el aroma de las recetas familiares favoritas, escuche la calidez de la voz de un querido amigo, vea el brillo de las luces y las decoraciones, pruebe la dulzura de los dulces y golosinas».
Una decoración a lo grande para miles de visitantes
Durante el periodo navideño se estima que unas 100.000 personas visitan la Casa Blanca. Por ello, es normal cada estancia se decore con mimo y a lo grande. Se han usado 4 kilómetros y medio de cintas decorativas, más de 350 velas, unos 34.000 adornos y más de 22.100 campanas.
En todo el recinto hay 98 árboles de Navidad y se han usado algo más de 142.000 bombillas de colores. Las fachadas norte y sur de la Casa Blanca están adornadas con 72 coronas clásicas. Una labor que ha sido posible con el trabajo de unos 300 voluntarios llegados de distintas partes del país que han trabajado toda una semana a tiempo completo.
