Meghan Markle en su momento más bajo

Dicen que algunos miembros del palacio de Kensington la llaman el huracán Meghan Markle a causa de algunos estragos de su pasado. Pero lo cierto es que desde que se casó con el príncipe Enrique en mayo del pasado año no hay semana en que no se vea inmiscuida en algún altercado, el último en el torneo de tenis de Wimbledon. Ella había acudido a apoyar a su amiga Serena Williams y sorprendió a todos cuando envió a un miembro de seguridad a pedirle a una señora (casualmente periodista), que no le hiciera fotos, que estaba a título privado, cuando había al menos unos doscientos fotógrafos destacados en el estadio disparando sus cámaras. Como se aprecia, algo realmente ridículo, cuando no pueril.

Y lo curioso es que nadie de la familia real británica salió en su defensa en la prensa cuando se hizo público el incidente. Fue ella sola la que tuvo que afrontar la tormenta y la situación empieza a pesarle. Para acabar de arreglarlo se hizo pública una frase de la que probablemente se arrepintió. Se la dijo a Pharrell Williams en el estreno londinense de «El rey león», en presencia del príncipe Enrique: «Ellos no facilitan precisamente las cosas», algo que puede traer graves consecuencias.

Por otra parte, desde el otro lado del Atlántico los admiradores de la protagonista de Suits llaman al escándalo. Según The Mirror no comprenden porqué Meghan Markle no recibe apoyo alguno de la familia real. Un experto en temas cortesanos ha explicado que estaría bien que la reina Isabel o incluso el príncipe Carlos la defendiera de los ataques que sufre de la prensa. «Con Meghan ellos se sienten orgullosos de tener a una plebeya en la corte. Esto significa mucho pues piensan que la familia real no hace mucho para proteger a Meghan porque comprenden la la filosofía de dicha familia: No decimos nada para seguir con la historia.»