Muere Jaime Ostos durante un viaje en Colombia

Su hijo, Jacobo, confirmaba el fallecimiento de su padre Jaime Ostos de un infarto durante unos días de vacaciones junto a su mujer y amigos en Colombia.

The Luxonomist/EP. 08/01/2022
(Foto: Gtres)

La noticia era adelantada en directo por el programa de Mediaset, Viva la vida, y ha generado una profunda tristeza. Se trata de la muerte de Jaime Ostos, a los noventa años de edad en Colombia. Allí estaba disfrutando de un viaje de ensueño con su mujer, Mari Ángeles Grajal y un grupo de amigos. Todos ellos grandes personalidades de la Marbella de la época.

El torero, que ha estado durante muchos meses con un estado de salud muy complicado, se encontraba disfrutando de unos días de diversión junto a su mujer, su fiel apoyo. Se encontraba en un momento estable, pero parece que todos los baches de salud que ha tenido estos últimos años le han pasado finalmente factura.

Jaime Ostos (Foto: Gtres)
María Ángeles Grajal y Jaime Ostos durante un evento benéfico en Marbella este pasado agosto (Foto: Gtres)

Jacobo Ostos, desolado, confirmaba el fallecimiento de su padre

Su hijo, Jacobo Ostos ha confirmado en llamada telefónica para el programa la triste noticia: «Ha muerto sin dolor, ha sido de un infarto cuando se ha despertado». El joven confesaba cómo han sido estos días de su padre en Colombia. «Han sido unas horas felices, quitando que no me tenía a mí al lado, estaba con su gente. Hasta ayer estaba bailando como bailaba él por bulerías y todo. Mi madre me ha enviado vídeos y fotos… si es que, por fuera estaba muy bien, pero son casi 91 años. Es ley de vida. Lo que lamento es que lo último ha sido un abrazo y le dejé allí hace unos días».

Jacobo se ha enterado a través de una llamada que le ha hecho su madre hace apenas unas horas: «Me he despertado con la noticia hace prácticamente dos horas, no me lo he creído, pensaba que estaba soñando aún. Me ha llamado mi madre, mi tía, Fátima, que es la chica que trabaja en casa… llorando la pobre». Completamente roto, Jacobo no podía evitar las lágrimas: «Hasta hace 5 minutos ni siquiera se me había derramado una lágrima porque no me lo creía, pero ya cuando te empieza a llamar gente pues ya es cuando te das cuenta».

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