Georgina Rodríguez comparte sus trucos para hacer la tortilla de patata perfecta

La novia de Cristiano Ronaldo es una caja de sorpresas. Lo mismo desfila para la Semana de la Moda de París, que protagoniza una campaña de moda internacional o se lanza a los fogones como cualquier hijo de vecino. Eso sí, siempre manteniendo ese halo de glamour que tanto la caracteriza y con alguna particularidad. Y es que Georgina Rodríguez ha compartido con sus seguidores sus consejos para hacer la tortilla de patata «perfecta».

Ataviada con un mini vestido negro de sport, cinta sobre el pelo y joyas de lujo, la influencer ha explicado a su comunidad de Instagram cómo se enfrenta a una de las recetas más típicas de nuestra gastronomía. Algo que contrasta con el día a día que ha mostrado en las tres temporadas de su docureality, Soy Georgina, en el que nunca acerca a la cocina.

Georgina Rodríguez y su tortilla de patata

Sin embargo, dice ahora que la tortilla de patata se le da especialmente bien. Y de hecho, así lo demuestra a los 64 millones de personas que siguen sus publicaciones en Instagram. Como era de esperar, utiliza los ingredientes básicos (patatas, huevos, aceite de oliva virgen extra, sal) e incide en que en su casa son del «team cebolla», motivo por el que añade a su outfit un llamativo complemento.

Así, el primer consejo que da para cocinar es llevar gafas de sol «para evitar las lágrimas» que en su caso, cómo no, son de Chanel. El siguiente tras mezclar los ingredientes es hacer la tortilla de patata «con tiempo y mucho amor».

Además, Georgina Rodríguez cuenta que ella es «más de comer que de cocinar» y que su tortilla de patata es de las mejores que ha probado en el mundo. En este punto también alaba la de su madre, cuyo resultado es «espectacular». Ella prefiere prepararla tomando trocitos de embutido a modo de aperitivo y añade «qué pena que no podáis comerla aquí conmigo».  

El caso es que el resultado, a juzgar por el vídeo, parece bueno. Y así lo avalan sus pinches de cocina, sus hijos Cristiano Junior, Eva y Alana, que esperan encantados poder probar la receta de su madre.