Tamara Falcó cuenta cómo va su maternidad

Tamara Falcó acaba de cumplir 42 años y confiesa estar en el momento más dulce de su vida. El balance de su matrimonio con Íñigo Onieva es inmejorable. Cinco meses después de su boda, los proyectos profesionales se le acumulan y acaba de mudarse a suevo ático. A ello se le suman sus planes de maternidad. Tamara quiere ser mamá junto a Íñigo, pero sin presión, pues dice que está viviendo una etapa maravillosa.

Tamara Falcó nos cuenta sus planes esta Navidad

La marquesa de Griñón fue una de las invitadas Vip a la fiesta de Navidad de Moët & Chandon. Apareció luciendo un traje dos piezas en lentejuelas en color azul marino de su colección para Pedro del Hierro, y nos adelantó sus planes en la primera Navidad como mujer casada.

«Este año toca con mi familia los dos días, Nochebuena y Navidad, así que feliz. El año que viene ya con la de Íñigo», confirmaba. Tamara ha contado que ella no será la encargada de cocinar esa noche tan especial y que tampoco ejercerá de anfitriona en casa de su madre, pues ya tiene su casa lista y terminada. «Por fin tenemos nuestro propio espacio porque es verdad que durante un tiempo estuvimos en casa de mi madre y estoy muy contenta» ha añadido.

Al nuevo año le pide ser mamá junto a Íñigo Onieva

Aunque está viviendo una de sus mejores etapas, Tamara Falcó tiene claro el deseo que le quiere pedir al nuevo año: convertirse en mamá junto a Íñigo Onieva. «La verdad es que rezo todo el tiempo y si tiene que ser, será, y si no, no. La verdad es que estoy felizmente casada, ahora mismo viviendo un momento súper bonito, así que no sé. Sin presión, sin presión. Lo que Dios quiera», asegura.

Sin embargo, parece que Íñigo Onieva no tendría aún mucho instinto paternal y prefiere disfrutar de su etapa de recién casado. «No sé, imagino que se desarrollará si somos padres. Ahora mismo, con los sobrinos fenomenal. Pero claro, con los sobrinos es muy fácil porque te los dejan bañados, limpitos, quien les echa las broncas son los padres. Es muy fácil ser tío» afirma.

Quien sí tiene muchas ganas de verla embarazada es su madre, Isabel Preysler. Tamara asegura que a ésta le haría «mucha ilusión» ya que «le encantan los niños». «Cualquier niño es una bendición, sea niña o niño. Eso es lo que venga, si viene…» ha concluido.