Pete Townshend (The Who), declara que fue pansexual: «Me hubiera acostado con cualquiera»
Quien fuera guitarra de la mítica banda de rock admite que hizo muchas tonterías durante su época de fama y desenfreno.
Pete Townshend, el famoso guitarrista de The Who, ha revelado que cree que alguna vez fue pansexual. Asegura que durante el apogeo del grupo estaba «listo para meterse en la cama con cualquiera». De hecho, ha admitido que no le preocupaba el género de sus amantes durante una nueva entrevista con una popular revista de rock. En ella también habló de los orígenes del sencillo de la banda de 1966, ‘I’m A Boy’.
El rockero le dijo a la revista: «Con este disco se propaga la idea de masculinidad y la forma en que se ve a los hombres. Yo creo que en su momento fui pansexual, ya no lo soy. En aquel momento estaba listo para acostarme con cualquiera que quisiera hacerlo. Creo que olvido que la homosexualidad todavía era ilegal, por lo que estas aventuras tenían que expresarse en viñetas de humor e ironía”.
Pete Townshend, sexualidad y el rock&roll
Por otra parte, el creador de éxitos como “My Generation” reveló que “Pictures of Lily”, de 1967, trata sobre la pornografía. Además añadió que sentía que era «poco masculino admitir que usaba pornografía« diciendo que era su «punto de debilidad». Los comentarios de la estrella de “Pinball Wizard” sobre su sexualidad se producen después de que previamente hubiera confesado que sus payasadas de rock & roll lo hicieron sentirse como un idiota.
Pete, que era conocido por romper su instrumento en pedazos en los conciertos, ha admitido que podría ser bastante snob cuando se trataba de actuar. No solo por su forma salvaje de comportarse, sino también por la de sus compañeros de banda. Dijo que cuando él y el fallecido batería, Keith Moon, hacían tonterías como tirar televisores por las ventanas de los hoteles, estaban perdiendo el tiempo. El guitarra, además, confesó que siempre fue bastante estirado con el rock & roll. “Cuando veía que el aparato de televisión, o lo que fuera, salía por la ventana, miraba a Keith Moon y pensaba: «Qué jodido imbécil, qué pérdida de tiempo. Entonces, dos o tres veces hice lo mismo y pensé: «Soy un idiota’”.