Con la imagen de Jeniffer Lopez y Shakira moviendo las caderas aún en nuestra retina, volvía ayer la esperada final de la Super Bowl. Los Buccaneers de Tampa, con Tom Brady a la cabeza, se hacían con el trofeo tras ganar por un aplastante 31 a 9 a los Chiefs de Kansas City. Una noche que pasará a la historia no solo por lo deportivo, sino también por lo musical. Y es que en un año marcado por la mascarilla y el distanciamiento social, The Weeknd nos dejó fríos con su actuación del descanso. Muchos fuegos artificiales, muchas luces, pero ni rastro de Rosalía, a quien muchos esperaban para remontar la noche. La misma que acabó con Miley Cyrus coronada como estrella de la Super Bowl.
The Weeknd fue este año el encargado de animar a los espectadores en el descanso de la final de la Super Bowl. Los 12 minutos más caros de la televisión estadounidense acabaron convirtiéndose para muchos en los 12 minutos más fríos y aburridos de lo que llevamos de año. Y es que después de un 2020 tan aciago y triste, todos esperaban volver a ver sobre el escenario un espectáculo a la altura del que firmaron el año pasado Jennifer Lopez y Shakira. Sin embargo, no se pareció en nada.
El cantante canadiense Abel Tesfaye protagonizó una actuación fría, en la que no hubo invitados especiales y con tan solo 1.000 personas acompañándole.
The Weeknd aparecía sobre el escenario saliendo de un descapotable y luciendo su icónica chaqueta roja, que firmaba Givenchy Couture. A partir de ahí, el cantante interpretaría varios de sus éxitos, acompañado de un coro, que se extendía por un decorado de una tétrica y oscura ciudad, para finalmente trasladarse al césped y cantar su gran éxito Blinding Lights. Un espectáculo del que muchos esperaban más, después de que se anunciara que el propio cantante iba a poner de su bolsillo 6 millones de dólares para crear la actuación que tenía en mente.
Sin embargo, su enorme presupuesto no pudo evitar que Miley Cyrus se convirtiera en la protagonista de la noche. La cantante fue la encargada de abrir esta edición de la Super Bowl con un concierto previo al partido. Una actuación retransmitida a través de Internet y que contó con 7.500 personas de público, entre los que se encontraban héroes de pandemia y personal sanitario vacunado.
Miley Cyrus interpretó sus grandes éxitos luciendo un exclusivo look firmado por Gucci. Se trata de un conjunto de dos piezas formado por un top y una minifalda, al estilo de los trajes típicos de las animadoras. Las prendas eran de color negro y morado con las letras FTW bordadas, que significan, For The Win. Junto a este outfit, la cantante lució otro, también de Gucci. En concreto, el uniforme de jugador de fútbol americano más estiloso de la liga, compuesto por un top cropped de silueta oversized de lentejuelas y unas mallas negras.
Y aunque Miley Cyrus y The Weeknd fueron los protagonistas de la noche, en lo deportivo Tom Brady se consagró como una leyenda. A sus 43 años el jugador se alzó con su séptimo anillo como campeón de la NFL, tras derrotar a los Chiefs de Kansas City por un aplastante 31 a 9. Un triunfo que llega después de dejar el año pasado los New England Patriots, equipo donde se convirtió en un mito del fútbol americano.
La que no faltó a este histórico triunfo fue su mujer, la modelo Gisele Bündchen, a quien pudimos ver sobre el césped celebrando junto a Tom Brady y sus hijos la victoria. Una fotografía besándose sobre el campo que se ha convertido en redes sociales en la imagen de la Super Bowl 2020.
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