(Foto: @nublo.restaurant)
La ancestralidad del fuego es la seña de identidad de Nublo. Esta casa palacio del siglo XVI, situada en pleno centro histórico de Haro, hace sentir desde la entrada al visitante que va a vivir una experiencia diferente. Sin apenas haber cumplido sus dos años de existencia, ya cuenta con una Estrella Michelin y un Sol Repsol gracias a su alta cocina que tiene un ingrediente único, el fuego.
De hecho, su propuesta gastronómica es austera, elaborada en horno de leña, parrilla o su particular cocina económica, con la idea de acercarse de nuevo a la naturaleza y a la sostenibilidad. De hecho, su chef Miguel Caño utiliza la autolimitación como herramienta creativa de su cocina, ya que prescinde de gas y electricidad.
A partir de ahí, con sus elaboraciones minimalistas, busca sorprender utilizando únicamente tres o cuatro productos en cada plato, en los cuales la técnica y los ingredientes sencillos y tradicionales brillan. Esta unión del dominio del fuego y la gastronomía se consuma en un pequeño taller de artesanía, donde la tradición riojana rezuma al calor de las brasas.
El resultado da la vida a dos menús diferentes, ambos disponibles con maridaje: el menú Nublo, compuesto por 13 pases -diez platos y tres postres- y el menú Experiencia Nublo de 17 pases -trece platos y cuatro postres-. Aunque se trata de una propuesta que varía a diario para adaptarse al producto, todas sus recetas tienen en común una materia prima de calidad y una elaboración minimalista que esconde procesos complejos, como la patata chip ibérica; carabinero y lima quemada; guisantes lágrima con tendones; alcachofas con berberechos; puerro con queso de cabra; ceremonia de pan y mantequilla; lubina con espinacas; o solomillo madurado en queso azul.
Además, como no podría ser de otra forma, el vino está muy presente en esta casa palacio de Haro, una zona reconocida a nivel internacional por poseer el núcleo de bodegas centenarias más importante del mundo. Los sumilleres Bryan Solórzano y Rodrigo Miguel custodian una bodega que cuenta con más de 200 referencias nacionales e internacionales, desde los tintos a los blancos, destacando piezas únicas de lo mejor del vino Rioja, como Heredia, Abel Mendoza, Muga, Roda, Beronia, CVNE, Vivanco, Macán o Marqués de Murrieta, entre otros.
El broche de oro que corona la experiencia Nublo viene dado por su espectacular diseño y decoración, inspirado en la mitología, obra del interiorista Santos Bregaña. Otro elemento muy característico es «el jardín de las Hespérides», que se encuentra en la entrada del restaurante y representa el jardín de la ‘Diosa’, que está protegido por tres ninfas en tres paredes o altares diferentes. Todo ello sin olvidar su bodega, otro elemento clave de Nublo, ubicada en un espacio con una escalera de caracol con una estructura de hierro y peldaños de ala de libélula, que dejan pasar la luz al máximo para iluminar las botellas de vino.
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