Es whisky. Es español. Es DYC 12 años

Y sí. Es el día del padre y podemos aprovechar para entender y hacer entender que se hace whisky en España y que es de excelente calidad.

Hablar de whisky es hablar de Escocia. Eso ya lo sabía Nicomedes García y por eso estuvo nada más y nada menos que 30 años visitándola para conocer en la medida de lo posible los secretos mejor guardados en sus destilerías. Y es que no era lo mismo el tema del anís, que el del whisky. Por eso, antes de meterse en camisas de once varas, hubo que asentar bien las bases del destilado rey: el whisky.

En 1959 nace DYC (Destilerías y Crianzas del Whisky S.A.) en Segovia y se alimenta del agua del río Eresma que baja desde la Sierra de Guadarrama hasta el Molino del Arco, donde se ubica la destilería. A partir de ahí, DYC va posicionándose y elaborando primero blendeds y más tarde, con la experiencia ya adquirida, maltas. Sin duda, el más popular y quizás también el más denostado es su blended.

Las destilerías DYC son todo un referente en España

El “segoviano”, más barato que ciertos blendeds escoceses, se posiciona en el mercado y es líder en ventas por delante de muchos escoceses destacados (sin nombrar a ninguno para no abrir heridas). Además, en la actualidad DYC es una de las brands del gigante japonés Suntory, que solo invierte en primeras marcas. Con lo cual…

Ahora, DYC lanza uno de sus whiskys (bajo mi criterio) con mejor resultado. El Blended de 12 Años Colección Maestros Destiladores. Nos encontramos ante la elección de diversas destilaciones y el trabajo combinado de las tradicionales barricas de bourbon utilizadas casi siempre (por lo menos, eso recuerdo de mi visita) con las no menos presentes barricas de Jerez. El excelente resultado se plasma en esta edición dentro de la campaña “Celebremos lo que somos”.

Este whisky es uno de los más relevantes de la destilería

Su color dorado con notas de maderas rojas es casi hipnótico. En nariz, la vainilla, el caramelo y la miel se mezclan con frutos secos y ese toque sutil a bosque quemado que da la turba. Si antes de beberlo, tomamos un poco de agua fría, preparamos la boca para notar su estructura y su redondez. La acción oxidativa de la madera de Jerez se muestra en su máximo esplendor aportándole elegancia en su paso por la boca. Para los amantes de los maridajes con destilados, combinadlo con una lubina braseada con una reducción de  hondashi y veréis como una lágrima de placer asoma en vuestros ojos.

Por cierto, que por el día del Padre la firma propone regalar una serie de whiskies artesanales, la I edición de la colección Maestros Destiladores. Aquellos que la compren podrán disfrutar de una visita a la histórica destilería de Palazuelos de Eresma con degustación de un postre elaborado con DYC 12 años por el chef Rubén Arnanz en su gastrobar Juan Bravo de Segovia

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