No es ningún secreto lo enamorada que estoy de Lustau y de todo lo que de sus bodegas sale. Ya sean sus vinos, no dejéis de probar su Oloroso Viejo Emperatriz Eugenia, es mi favorito, brandy, vinagres o vermús, blanco, rojo y rosé. La esencia de esta casa se transmite a todo lo que hacen, y todo me gusta.
Desde que en 1896 fundara Bodegas Lustau Don José Ruiz-Berdejo, no han parado de crecer. Pasito a pasito, han ido expandiéndose tanto nacional como internacionalmente, pasando en 1990 a formar parte del importante grupo Luis Caballero.
Actualmente se considera a Lustau todo un referente a nivel mundial, en cuanto a vinos de altísima calidad se refiere. Tanto es así que, entre otras muchas menciones, han obtenido los premios a Mejor Bodega Española en 2011 y Mejor Bodega de Jerez en 2014 y 2016, otorgados por la International Wine & Spirit Competition. Pero a esta bodega no se le suben nunca los humos y conservan la misma filosofía de sus inicios, que consiste en ofrecer al consumidor la más amplia y selecta colección de especialidades de Jerez. Esto es lo que les hace tan especiales.
Su última y triunfadora propuesta ha sido lanzar una gama de vinos en rama de su saca de primavera. Bajo el nombre de 3 en rama encontramos tres vinos, un Fino de Jerez de la Frontera, un Fino de El Puerto de Santa María y una Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda. Tres vinos diferentes a la vez que parecidos, que permitirán a los amantes del vino descubrir cómo afectan los distintos microclimas de cada zona a sus vinos, ya que cada uno muestra un carácter marcado y diferente.
Para que la gama fuera más especial aún, se decidió que los vinos estuvieran en rama, lo que quiere decir que han sido embotellados directamente desde la bota, sin filtrarse ni pasar por ningún tipo de tratamiento. Esto, unido a que la saca se realizó en primavera, que es cuando el velo de flor está en su zenit, hace que la personalidad de estos tres vinos se muestre de una forma más pura aún.
Pero ¿de verdad se notan diferencias? Pues sí. Quien se anime a probarlos apreciará que el Fino de El Puerto de Santa María, por su agradable y estable clima, se muestra ligero y con toques yodados; mientras que el de Jerez de la Frontera, por sus fríos, lluviosos inviernos y sus calurosos veranos, será más redondo y tendrá más cuerpo. A su vez, la Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, al encontrarse en una zona entre el Atlántico y la desembocadura del Guadalquivir, nos muestra esas notas salinas que tanto caracterizan a los vinos de esta denominación.
Tres vinos elaborados a partir de uvas de la variedad autóctona Palomino Fino, elaborados de la misma forma, con crianza biológica bajo velo de flor, pero que obtienen sus propias personalidades de su entorno, de su clima y suelo, ya que comparten enólogo. Tres vinos para aprender, disfrutar y dejarse seducir. ¡Qué más pedir!
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