Ladies & Gentleman este 2019 ha sido el año del 150 aniversario del Impérial, un icono de la Maison Moët & Chandon, símbolo de estilo y grandeza. Celebrado en varios puntos del planeta con mucha espuma y glamour. Y para conmemorar este especial aniversario Moët & Chandon ha presentado una botella de edición limitada con un logo rediseñado que erige la «I» de «Impérial» en un nuevo símbolo para su champagne más emblemático.
Moët Impérial nació en 1869 y fue el nombre que recibió el champagne en referencia al 100 aniversario del nacimiento de Napoleón (1769) rindiendo así homenaje al emperador de Francia. Claude Moët, su fundador fue el primero en encarnar estos valores cuando convirtió su champagne en uno de los más populares de Europa.
Con su nieto, Jean Remy Moët, un espíritu pionero y visionario, Moët & Chandon se convertirá en una importante marca de internacional. Y en 1930 Robert-Jean de Vogüe continuó elevando el perfil internacional del champagne Moët Impérial.
Una trayectoria continuada y exitosa que me ha recordado la magnífica frase de Gombrowicz que decía: ‘Me creo a mí mismo a través de mi obra’. Y sí, más de treinta millones de botellas vendidas cada año le convierten en la marca más conocida en todos los mercados, proclamándose en la actualidad como champagne de más éxito en el mundo. Un hito en la historia del champagne que ha ido desplazándose en el tiempo con una estrategia brillante.
La legendaria Maison confirma “la teoría sobre la autenticidad” de que un vino está siempre vinculado a quien lo hace, incluso me atrevería a decir que el Champagne es el vino más transversal (metáfora a desarrollar en otro artículo). La proyección histórica de éxitos de Impérial es abrumadora. Su grandeza es la de mantener su éxito 150 años, siempre a la vanguardia de los gustos del consumidor. Sus burbujas viajan deslumbrantes conquistando territorios de todas las clases sociales que buscan los placeres de la vida.
Artistas, actores, pilotos campeones han celebrado sus victorias con champagne. Desde 1869 la Maison francesa ha estado presente en la alta sociedad y en las alfombras rojas de Hollywood año tras año. Seductoras y elegantes burbujas atrapan los paladares de una larga lista de celebrities. Y es que en cualquier festividad siempre hay una botella de Impérial Brut preparada para explotar en el momento justo. Moët & Chandon del grupo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) traspasa fronteras con su reconocido savoir-faire, transmitido de generación en generación. El coupage del Moët Impérial non Vintage es una mezcla de más de 200 crus.
«No soy del mundo del vino. ¡Llegué allí gracias a una sucesión de circunstancias…» Benoît Gouez, chef de cave de Moët & Chandon
Un tercio de cada una de las tres variedades: Pinot Noir, Meunier y Chardonnay en versión Brut con una dosis limitada a 9 gramos por litro de azúcar. Combinando armoniosamente el cuerpo de la Pinot Noir, la flexibilidad del Meunier y la delicadeza de la Chardonnay. Lo que hace único a Maison Moët & Chandon es, sin duda, su legendario legado y su espíritu pionero. Un siglo y medio de experiencias resume este icono en las celebraciones. La afamada Maison de Épernay, conquista y seguirá conquistado, todos los mundos posibles con nuevas botellas de Impérial.
En mayo 2019 se celebró una de las fiestas protocolarias en el Château de Saran en Chouilly (Francia), propiedad de la Maison desde 1801, a la que asistieron estrellas de Hollywood junto con personalidades de la alta sociedad internacional, como Roger Federer su brand ambassador. En Junio se celebró el «Moët Grand Day” en el Museums without maps en el Mori Building Digital Art Museum: Borderless Team Lab en Tokyo, y poco después, en el Sydney Town Hall en Australia, entre otros emplazamientos.
Para Benoît Gouez, chef de cave de Moët & Chandon desde 2005 dice: «No soy del mundo del vino. ¡Llegué allí gracias a una sucesión de circunstancias…». Es el entusiasmo y la experiencia de Benoît Gouez lo que le permitió capturar el espíritu del Champagne Moët & Chandon con audacia y elegancia, cosecha tras cosecha. Este final de año brindaré con este champagne icónico añadiendo a las burbujas nuevas reflexiones para 2020. Y acabaré mi año recordando a Tolstói que antes de morir, escribió en su diario la última frase de su vida: “Haz lo que debas, pase lo que pase”.
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