Ron Brugal lanza una edición limitada de 2.500 euros la botella

Queda de sobra demostrado que el mundo del lujo no tiene límites. La exclusividad y la diferenciación están presentes en todas las categorías de un sector al que no le faltan adeptos. Personas que eligen disfrutar de su tiempo libre en lugares o con elementos únicos. Y de eso va el último lanzamiento de Ron Brugal. De degustar sin prisa el que hasta la fecha es su líquido más exclusivo. Un ron Brugal de edición limitada cuyo precio asciende a 2500 euros la botella.

Se trata de Andrés Brugal, un ron del que solamente existen 460 botellas en todo el mundo de las cuales 25 podrán adquirirse en nuestro país. Será desde este mes de marzo y a través de Bodeboca.

Un homenaje a la tradición y la familia

La creadora de esta joya líquida ha sido Jassil Villanueva, maestra ronera de quinta generación y tataranieta de Andrés Brugal, fundador de la marca. A él precisamente y a su «espíritu aventurero» rinde homenaje este ron tan especial cuya singularidad reside en su mezcla. La de dos reservas de doble envejecimiento con barricas individuales de llenado. Una técnica nunca antes utilizada en la historia de Ron Brugal pero que continúa con la tradición centenaria de la marca de cultivar el envejecimiento del ron.

El resultado es, según explican desde la firma, «un destilado que combina tradición y vanguardia«. En términos de cata Andrés Brugal es un ron de color ámbar cálido con un aroma que combina notas de granos de cacao y café tostado, dulce de leche casero y pastel de ron dominicano. Dicen asimismo que en el paladar, «el roble, la vainilla y el flan de caramelo bailan en armonía y se complementan con bayas maduras y notas sutiles de granos de pimienta negra y clavo».

En cuanto al final es «seco, sedoso, duradero e intensamente rico en especias cálidas y amaderadas». Sin duda un deleite para los sentidos y una auténtica experiencia sensorial tanto para los amantes del ron como para los consumidores de bebidas de lujo.

Un ron con sabor a República Dominicana

«Con Andrés Brugal hemos conseguido hacer algo único para la marca. Los sabores de la quintaesencia dominicana se combinan para crear un líquido extraordinario de carácter asombroso que sobrepasa los límites del descubrimiento. Con un toque de dulzor en nariz y una sensación en boca redonda y duradera, este ron es una verdadera celebración de los sabores distintivos de Puerto Plata”, señala Ignacio Vazquez Brand Ambassador de Ron Brugal.

La historia de Andrés Brugal comenzó con un viaje que le llevó de España a Cuba y de ahí a República Dominicana. Fue allí donde finalmente se instaló y fundó Brugal en 1888 con sus hijos. Primero cultivaron caña de azúcar y luego empezaron a destilar ron, aprovechando el calor del sol tropical para envejecer en barrica e impregnarlo de complejidad y sabor. Después de aquello las bondades del Ron Brugal se compartieron con el mundo y varias generaciones familiares han seguido su legado hasta la excelencia.

El maletín de ron Brugal en el que descansan las botellas de 2500 euros

Por eso el packaging de esta nueva referencia simula un maletín de viaje, haciendo un guiño a ese primer viaje de su fundador y a todos los que siguieron. La superficie exterior es de madera de roble americano y está grabada con un icónico patrón de diamantes. El mismo que rodea muchas de las botellas de Brugal, un símbolo de la necesidad de proteger la preciada carga.

Al abrirlo, la ebanistería se despliega con suavidad y deja ver el decantador de cristal soplado a mano que contiene el líquido. Las superficies espejadas circundantes crean un halo de luz que lo ilumina y potencia la tonalidad ambarina. Estas superficies tienen grabado un mapa del mundo, símbolo del comercio mundial en la época del viaje de Don Andrés desde España en 1888.