Vinos con nombre de mujer

Como dice mi amigo y compañero de profesión, Zoltan Nagy, en su libro, «ellas son las Reinas de Copas”. Se refiere a las mujeres que se abren camino en un mundo de hombres y que obtienen el reconocimiento merecido por su trabajo. Uno de ellos es la utilización de sus nombres propios como homenaje… y como detrás de cada nombre de vino hay una historia, aquí os dejo una humilde y fugaz pincelada de varias de ellas.

Olga. Es un blanco de albariño de Rías Baixas. Cuarenta años en el claro homenaje de una familia que acentúan con una frase: “Una historia que comienza con una gran mujer y termina con un gran vino”.

Rita. Es un blanco de garnacha blanca de la DO Montsant. Rita que está en un tímido segundo plano, es alma y trabajo constante de Vinyes d’en Domenech.

Anna. Anna fue la primogénita de la familia y heredera de Can Codorniu que tomó nupcias con Miquel Raventós. Probablemente, uno de los cavas más fáciles de recordar por su nombre, entre otras muchas cosas.

Inés. Nos vamos a la Ribera del Duero con esta tinta fina con merlot. Inés es el nombre de la segunda hija de Carlos y hermana de Celia, la cual también tiene un vino. Con ellas he compartido mesa, risas y juegos de cartas.

Marta. Es un vino de syrah en el Penedés que llega de la bodega Parés Baltà. Su nombre, por su creadora. Una microvinificación con trabajo titánico y resultados maravillosos.

María. Es el cincuenta por ciento de Alonso del Yerro, también en Ribera del Duero. María me contaba en su terraza de la finca Santa Marta que no hacen vinos, sino que los sueñan.

Waltraud. Es la esposa de Miguel Torres, una incansable compañera y toda una dama del mundo del vino. De origen alemán, su nombre inspira este vino de la variedad riesling, también germánica.

Carlota. Es el segundo nombre de su creadora, Ana Carlota Suria. Pago de Tharsys se encuentra en Utiel Requena y este vino espumoso es uno de los cavas más reconocidos de la Comunidad Valenciana.

Aurora. En Bodegas Yuste, la arraigada casa jerezana, el nombre de Aurora llena toda una serie, ya que son cuatro los vinos que hacen honor al nombre. Una auténtica debilidad para los sentidos.

Carmen. Un tempranillo de Rioja elaborado por Benjamín Romeo en homenaje a su madre, Carmen Hilera. El vino no solo expresa calidad sino también el amor de quien ha recibido lo más preciado.