Un buen jamón es un regalo espectacular, siempre. No ocupa lugar, se puede tomar en cualquier momento del día, es genial para compartir y su consumo solo requiere tener el paladar listo para la acción. Para comprar, regalar o autorregalarse, el de bellota 100% ibérico es un capricho que puede convertirse en necesidad una vez se prueba. Y si hablamos de buen jamón, merecen una mención especial las añadas únicas, premiadas y limitadas de casas centenarias como Monte Nevado.
Los jamones de esta firma segoviana nacida en 1898 llevan años cosechando premios nacionales e internacionales. Uno de los más importantes de nuestro país es el Premio Alimentos de España que otorga el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y que hace dos años se llevó su Jamón de Bellota Añada 2014. Ahora, la empresa se vuelve a subir al podio de los mejores jamones ibéricos de España siendo finalista del mismo galardón con su añada de bellota más reciente, la del año 2016.
El secreto de estos exquisitos jamones no es otro que un proceso de elaboración natural que busca la excelencia y la calidad extrema en cada pieza. Así, Monte Nevado elabora jamones procedentes únicamente de cerdos criados en libertad en zonas del suroeste de nuestro país escogidas cuidadosamente. La calidad de hierba que comen, la abundancia de la bellota en las dehesas donde se crían y las condiciones climatológicas del entorno condicionan la textura, la consistencia y el sabor de cada pieza.
Características que hacen que algunos de sus jamones, como los de Bellota de las Añadas 2014 y 2016 adquieran matices perfectos. De hecho, en la añada Bellota de 2014, sus piezas fueron calificadas como ‘extraordinarias’ no solo por la bodega sino también por los mejores chefs y entendidos de nuestro país, que lo nombraron ‘Mejor jamón del siglo‘. Sus jamones fueron curados durante 5 años en lugar de los 2-3 años habituales.
Lo mismo sucede con la Añada Bellota 2016, finalista en los Premios Alimentos de España. Se trata de una promoción obtenida a partir de un proceso especialmente selecto, por encima de la norma establecida para este tipo de productos.
Los cerdos se criaron en una montanera de entre 2 y 5 hectáreas, en lugar de las 0,8 exigidas. Esto facilitó que encontraran su alimento a costa de andar más de lo habitual. Estos entraron en ella con una media de 18 meses en lugar de los 12 habituales, lo que repercutió directamente en la calidad de su músculo. Además, permanecieron en ella de 80 a 106 días vs los 60 que establece la norma. Algo que añadió unos valores y un aporte de matices al jamón relacionados con la bellota, excepcionales.
El resultado en cualquiera de los dos casos son jamones únicos. Especialmente sabrosos, con una textura, color y olor perfectos, sus piezas completas rondan los 1.500 euros. El punto óptimo para degustarlos se encuentra unos 30 minutos después del corte, no más, y a una temperatura de 24-25 grados.
En momentos convulsos en los que valoramos más profundamente las pequeñas cosas y el tiempo de calidad con los nuestros, el jamón Monte Nevado puede convertirse en el mejor regalo de la Navidad. Porque se puede degustar presencialmente junto a los más allegados o compartirlo a distancia con ellos. ¿Cómo? Comprando online sus sobres envasados al vacío con todas las garantías de conservación a través de la página web de la bodega.
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