¿Pagarías 65 dólares (o más) por una hamburguesa?

Recuerdo que en los años de la fogosidad financiera española, muchos VIP´s acudían a uno de los mejores restaurantes de la capital Madrid, Horcher, a comer hamburguesa. El restaurante especializado y conocido internacionalmente por su buen hacer con las «presas», de repente era el lugar de las hamburguesas de lux. En  Nueva York, donde la oferta gastronómica es incomparable, la hamburguesa también puede ser un artículo de lujo. Pese a la Organización Mundial de la Salud, hay varios sitios en los que comer carne procesada en forma de hamburguesa– dicen- es placer de dioses.

Hace tiempo que yo descubrí cuáles eran para mí las mejores hamburguesas de la Gran Manzana – y para nada a esos precios -. Y ahora se ha puesto de moda comer hamburguesas de auténtico lujo. El famosísimo «Club 21″ de Nueva York (durante años prohibida la entrada a mujeres) debutó con la primera hamburguesa de lux que se conoce en 1950. Aunque la receta ha cambiado a lo largo de las décadas – por ejemplo, ahora incluye pan, pepinillos, cebolla, pimientos y tomates-, su precio sigue siendo extraordinario, 36 dólares. El secreto está en la carne, aseguran, que es carne de vacuno seca de la ganadería Purvevors (reses alimentadas orgánicamente, sin aditivos, sin colorantes y sin hormonas).

Hoy en día, los cocineros de autor han modificado tanto los ingredientes para hacer el filete de la hamburguesa como los acompañantes. Lo más «in» en materia gastronómica hamburguesera lo encontramos en The Beatrice Inn, especializado en hamburguesas de carne de vaca, con carne seca durante 45 días. La hamburguesa se sirve con cebolla caramelizada macerada en vino durante 9 horas, queso d’Affinois y la sorpresa: trufa negra sobre un huevo de pato orgánico. Todo por 52 dólares.

La hamburguesa «Basquiat» ha sido el lanzamiento del otoño. Recibe ese nombre porque en el edificio donde se encuentra el restaurante que la sirve -el Py Tommy- vivió en alguna ocasión el célebre artista. La hamburguesa «Basquiat» cuesta 64 dólares (más impuestos) y el secreto está en la carne que viene directamente de Japón. La hamburguesa se compone de seis onzas de peso de carne de chuletón 100% Washugyu untado con mayonesa picante mantequilla de trufa y servido en un rollo fresco de Kam Barco que fabrican diariamente en la panadería Bowery.

En todo caso, hay hamburguesas igual o mejores de sabor a precios más razonables pero en lugares más chic. Mis favoritas son las de JG Mellon, aunque últimamente está de moda el Polo Restaurant (en la flagship de Polo Ralp Lauren) de la Quinta Avenida, donde además de comer la hamburguesa puedes pedirle un autógrafo a Ralph Lauren – que come allí habitualmente con su mujer-.