Dos restaurantes madrileños para conquistar y enamorarte

Proponemos dos lugares con mucho encanto para llevar a tu pareja a cenar este fin de semana (o cualquier otro).  Calidad y originalidad a buen precio.

Aunque este año cae en jueves, San Valentín se celebra durante todo el fin de semana. Hay quien aprovecha para irse de escapada romántica y relajarse en pareja (si os pilla por Canarias, intentad alojaros en el Royal Hideaway Corales Resort, es impresionante y cumple todos mis imprescindibles para una escapada de este tipo, que son una gran bañera, una buena cama y gastronomía de lujo), otros enamorados se conforman con estar juntos y darse algún regalito especial, pero lo más habitual es salir a cenar.

Es por eso por lo que proponemos dos opciones de restaurantes, ambos de reciente apertura, pero con mucha experiencia y calidad a sus espaldas. Perfectos para descubrir con tu pareja y disfrutar de su gastronomía con una buena conversación y muchos arrumacos. Esta noche los móviles están prohibidos, tan solo están permitidos para hacer fotos e inmortalizar la noche.

Shanghai Mama se instala en el centro con una espectacular decoración

Shanghai Mama en Juan Bravo

El primero es un oriental, el quinto que abre el grupo Shanghai Mama en Madrid. Aterrizando en Cuzco, y tras conquistar Las Tablas, Arturo Soria y Chueca, Shanghai Mama ahora se instala en pleno Barrio de Salamanca, en el nº25 de la emblemática calle Juan Bravo. Pero no asustarse, ya que pese a su exclusiva localización, el grupo mantiene la filosofía de conservar su estupenda relación calidad/precio, algo por lo que ya son más que reconocidos.

La decoración del local, de la mano de la diseñadora Aurora Gámez, posee la elegancia del barrio en el que se encuentra. Con un claro predominio de los colores verde y dorado, la atmósfera del nuevo Shanghai Mama muestra una inspiración vegetal, convirtiéndose en el local más distinguido del grupo, gracias también a los juegos de luces de Aurora.

Secreto ibérico y berenjenas crujientes con presa ibérica en Shanghai Mama

Su cocina muestra el equilibrio perfecto entre la tradición y la gastronomía callejera china más moderna, siempre empleando las mejores materias primas, muchas de ellas de origen nacional. Entre sus deliciosos platos habría que destacar su carta de dumpling, en especial el Xiaolongbao relleno de carne y trufa negra. Pero también te encantará el Pato Shanghai Mama crujiente en salsa de almendras, el Secreto ibérico adobado al estilo Cha Shao, o su famoso Ku Bak crujiente de pollo y mariscos con huevo de pita pinta (el huevo lo añaden crudo al momento, lo que le da un toque único).

Para beber tienen muchas opciones, desde cervezas nacionales e internacionales (si duda, siempre puedes elegir la china Tsingtao), hasta una gran carta de vinos. La bodega del nuevo Shanghai Mama es impresionante y te sorprenderá positivamente (déjate aconsejar). ¡Y también tienen cócteles! originales y atrevidos como el Shanghai Sensation (ginebra y vodka con lima, limón, manzana verde y coco). Mucha calidad y personalidad tanto en la cocina como en el servicio. 100% recomendable.

Sugerente y especial la decoración de La Carlota

La Carlota en Las Salesas

El segundo restaurante que recomendamos se encuentra en pleno Barrio de Las Salesas, uno de los barrios más bonitos de Madrid. En los bajos del edificio histórico de la calle Almirante nº11 aparece discretamente La Carlota, el primer proyecto en España de un grupo de restauración que ya tienen locales en Caracas y en la isla caribeña de Aruba. Iván Antonety, propietario y cabecilla del proyecto en España, define este proyecto muy bien: “El concepto gastronómico es el mismo en todos nuestros locales, comida fusión internacional para compartir y disfrutar entre varios comensales, haciendo de la gastronomía una fiesta”. Es un concepto diferente y valiente, dirigido a gente con muchas ganas de comer y beber bien (muy bien), y disfrutar de un buen ambiente.

La Carlota cuenta con un comedor principal y dos reservados, espacios diseñados por CGA Arquitectos. Para ello decidieron conservar algunos elementos estructurales originales como tuberías antiguas, cables telefónicos o el cada vez más habitual ladrillo visto. Todo esto, junto a unos enormes espejos y la lámpara transparente del techo, dan al espacio una clara sensación de profundidad. La idea era rendir homenaje a la mujer a través del diseño, el arte urbano (ojito a los increíbles grafitis que el artista El Rojo ha creado en sus paredes) y, cómo no, de la gastronomía.

Corazón de lubina en La Carlota

Y centrándonos en su gastronomía cabe decir que en La Carlota existe una fusión de ingredientes, sabores y técnicas que provienen de diferentes culturas, y que se muestran en su extensa carta repleta de platos pensados para compartir. Gian Franco Curzi -chef ejecutivo de La carlota- divide su cocina en cuatro estaciones: Pantry (que abarca todo tipo de tartares, carpaccios, ceviches, ensaladas y platos fríos), Área Sushi (donde ofrecen makis, nigiris y sashimis junto a otras propuestas niponas), Barbacoa japonesa Robata (su aroma a leña atrae y hace salivar nada más atravesar las puertas de La Carlota, ¡y eso sin ver aún las carnes, pescados y verduras que cocinan en ella!) y la Línea Caliente (donde se cocinan diversos platos a la plancha, fritos o al wok).

Con tanta variedad, hasta el comensal más exigente encuentra aquí su plato favorito. A mí particularmente me encantó. ¡Pero no olvides dejar hueco para el postre! Los más chocolateros alucinarán, pero recordad que son para compartir. Y en pareja todo sabe mejor, ¿verdad?

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