Mandioca, healthy sabores con alma
En pleno centro de Madrid se encuentra Mandioca, un restaurante de comida sana, original y con mucho color.
Hay multitud de locales que ofrecen sabores especiales… pero no tantos que logren transportarte a través de sus platos y su decoración a otros lugares del globo a la vez que miman tu paladar. El restaurante Mandioca es un pequeño oasis en el corazón de Madrid donde disfrutar de una cocina internacional saludable con un toque de color y mucha alma.
Mandioca significa ‘yuca’ en portugués, un nombre sugerente para un lugar que homenajea con especial cariño a los sabores de la selva brasileña de donde procede su chef, Guto Molina. Él es especialista en captar la esencia de todos los productos con los que trabaja: «Hemos querido que Mandioca sea un lugar donde comer rico y desde donde viajar a muchas partes del mundo a través del ambiente y la cocina. Hay mucho de la selva amazónica en nuestra cocina pero también del resto de viajes que nos han llevado por todo el mundo». Y es cierto, porque mientras tomas un curry balinés rodeado de plantas y cáñamo, una agradable y sugerente música cubana puede redondear tu cena, desayuno, comida o almuerzo.
Y es que el local cuenta con una sugerente y sabrosa carta elaborada con ingredientes frescos de temporada en la que destacan los patés vegetales especiados con influencia oriental y amazónica; y la hamburguesa de quinoa, uno de sus hits más sorprendentes. Crepiocas sin gluten ni lactosa, originales ensaladas… y el broche final, los postres como la tarta de lima con merengue horneado baja en azúcar, para viajar sin moverte del sitio.
Así, podemos afirmar que el éxito de Mandioca, después de menos de un año de su apertura, reside en varios factores. El primero y más importante, una propuesta gastronómica novedosa, sabrosa y muy sana. Comida healthy llena de tradición carioca pero con guiños a países asiáticos y mucha imaginación. El segundo, un ambiente agradable, distendido, con una decoración ‘hand made’ que te transporta a la selva amazónica y a la vez te hace sentir en casa. El tercero, una situación inmejorable, en la céntrica calle de San Bernardo. Y el cuarto, la sensibilidad con la que su personal cuida cada detalle. ¿Se necesita más para triunfar?