Hay restaurantes de alta cocina de los que, antes de entrar, sabemos que saldremos contentos. Porque su comida estará a la altura de su fama y el nombre propio de sus cocineros. Sin embargo hay otros locales, más nuevos, que conviene no perder de vista y meter ya en una lista de sitios favoritos y para repetir. Uno de ellos es ISA, un sorprendente espacio ubicado dentro del Hotel Four Seasons madrileño donde todo es mucho más de lo que parece.
Dicen que hacen «gastronomía creativa de inspiración asiática y mediterránea que se fusiona con una sofisticada coctelería de autor en nuestro espacio vibrante». Todo esto es cierto pero se queda corto para definir una experiencia superlativa por los cuatro costados.
Al mando de los fogones está el reconocido chef Jhonny Setjo (si no lo conoces quédate con su nombre porque dará mucho que hablar), cuya carta es un derroche de creatividad, técnica e intensidad de sabores. En ella los platos más reconocibles de la cocina asiática, como los nigiris, alcanzan una nueva dimensión.
Los hay (por supuesto) de atún rojo, vieira, salmón o lubina con ingredientes «extra» que potencian su sabor. Pero también de aguacate, berenjena asada o portobello con trufa, a cada cual más delicioso.
Si continuamos con platos «reconocibles» de la comida japonesa también quien vaya buscándolos encontrará makis, pero con otro nombre y unos ingredientes fuera de lo común. En ISA se llaman Johnny Ruolls, están rellenos de tempura de espárragos, cubiertos por carpaccio de ternera y flameados en el momento. Una auténtica locura.
Tartar de atún picante, gyozas de wagyu, soma miso, edamame… la carta incluye platos cuyos nombres nos suenan a todos pero que sorprenden en este restaurante por su presentación, sus matices y texturas. Algo que también pasa con platos principales como la lubina crujiente, presentada de una forma absolutamente diferente y acompañada de varias salsas, hierbas y col en escabeche que la convierten en una creación de auténtica competición.
Sabor, sorpresa y detalle podrían definir esta experiencia gastronómica cargada de identidad. Porque también los postres como el lava cake de chocolate y matcha o los mochis (de pistacho, mango o frambuesa) traídos desde Japón, al igual que la ginebra Roku, por ejemplo, aportan carácter al discurso.
Y es que precisamente del país nipón nace el hilo argumental del otro 50% de ISA, el de su sorprendente coctelería de autor. Basada en el principio japonés del renacimiento, la carta compuesta por el Head Bartender, Miguel Pérez, casa a la perfección con la comida de Setjo.
Se trata de nueve creaciones elaboradas en los propios alambiques del local fruto de la imaginación y la pasión por la coctelería. En ellos intervienen ingredientes tan sugerentes como sorprendentes, cuyo resultado, seguramente, diste mucho de lo que el comensal a priori espera de ellos.
Pero para evitar sorpresas está el staff de ISA, expertos conocedores de cada ingrediente, cada mezcla y maridaje, que aconsejan al comensal «de tú a tú» según sus gustos o querencias. Ellos, junto a la espectacularidad de su ubicación, los juegos de luces, la música y la decoración intimista del espacio hacen de este restaurante uno de los nuevos place to be de la capital.
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