Ahora que llega el mal tiempo, el mejor plan de ocio es ir a comer a un buen restaurante. En Madrid hay miles de opciones, pero si quieres sorprender a tus amigos con una cita especial, te recomendamos tres restaurantes perfectos para el otoño.
Los hoteles madrileños se han convertido en el epicentro de la gastronomía de la capital. Los hermanos Sandoval han sido unos de los últimos en sumarse a esta tendencia abriendo un restaurante en el nuevo hotel JW Marriott de Canalejas.
QÚ ofrece una experiencia gastronómica basada en los platos tradicionales de la cocina española, pero desde un punto de vista contemporáneo y cosmopolita.
Su carta apuesta por productos de proximidad para crear platos gourmet entre los que encontramos desde un Salmorejo de tomate con huevo y jamón, una Ensalada de nuestra huerta del Escorial, o Carabinero a la brasa con patata confitada y huevo, hasta un Cochinillo lechón lacado con su piel crujiente o un Solomillo Wellington.
Eso sin hablar de los postres, entre los que podemos degustar la clásica Tarta de queso o un Flan mantecado con chantilly. Y, por supuesto, de los vinos, un área en el que Rafael Sandoval es el que manda.
Precio medio de la comida, unos 90 euros.
Para una cena que puedas alargar hasta bien entrada la noche Zielou es perfecto. Que no te confunda su ubicación, en la azotea de la Estación de Chamartín, en su interior puedes degustar platos de alta cocina española, con toques modernos y esencias asiáticas.
Zielou tiene una carta cambiante, es decir, que se adapta a las estaciones y apuesta por productos de temporada. Ahora acaba de inaugurar su carta de otoño, en la que encontramos varias opciones de platos y hasta opciones veganas. Destacan las setas de temporada glaseadas a la llama del wok, el Soft Shell Crab, con salsa de cangrejo oloroso y pan mantou japones, o el Siao-Mai de carne madurada al palo cortado.
Pero además de su cata de comida, Zielou cuenta con una extensa carta de cócteles servidos de formas llamativas, como en un gotero de hospital o en una zapatilla Nike de tamaño XXL. Una opción divertida para una cena con amigos.
Precio medio, unos 60 euros.
Lo llamativo de este restaurante es que no lo encontramos en un local, sino dentro de una casa. Se ubica en un chalet en la ribera del Manzanares, y el objetivo de sus chefs Jorge Muñoz y Sara Perales es hacerse sentir como en tu propia casa.
Osa tan solo tiene cinco mesas para un máximo de 20 comensales, y su cocina se basa en el uso del producto nacional, cocinado con técnicas francesas y rematado con una inspiración japonesa. Todo ello, ejecutado con productos de temporada en los que la carne de caza, la pesca y los embutidos tienen un papel protagonista.
Sus menús varían en función de la temporada. Actualmente tan solo tiene dos menús de otoño disponibles, uno por 120 euros y otro por 180, que deberás elegir en el momento de hacer la reserva.
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