Aprovecha tu primera reunión con el profesor
La toma de contacto es fundamental para establecer una buena relación con el maestro y trabajar juntos por el bien del niño.
En algunos colegios ya han comenzado a convocar a los padres a reunirse con los profesores. Aunque existe un motivo claro para entrevistarse, que es comentar los objetivos y metodología del curso, de esta primera reunión de apariencia “informal” se va a extraer mucha información en ambas direcciones que incluso podría condicionar el desempeño del curso de nuestro hijo. Hablemos de lo que se habla y de “lo que no se habla” en esta reunión y cómo podría condicionar el Efecto Pigmalión. Lo que es lo mismo: unos resultados académicos afectados por lo que espera el profesor del niño.
Es el momento de generar una buena impresión
Esta primera reunión con los tutores de nuestros hijos suele tratarse de una toma de contacto inicial en la que, padres y maestros intercambian información sobre el niño en relación al curso escolar recién comenzado. Aunque el propósito será marcar hitos y objetivos de aprendizaje para el pequeño de acuerdo a su situación y variables personales, se trata asimismo de un encuentro en el padres y maestros se conocen y ven por primera vez, generándose una primera impresión los unos de los otros. En este sentido, los profesores verán “por dónde respiran los padres” y si van a colaborar en la educación de sus alumnos. Por su parte, los progenitores “evaluarán” los métodos del profesor, si ha sabido captar a su hijo y si está siendo objetivo con él.
Así y todo, no es conveniente acudir a la reunión con suspicacias, sino sabiendo que padres y maestros, “todos somos del mismo equipo”. Así lo aconseja Ramón Oria de Rueda, Psicoterapeuta y fundador de Lookschool. “La primera impresión es mucho más importante de lo que solemos creer. Aun así, tampoco debemos pensar que nos jugamos algo definitivo. Lo que sí debemos recordar siempre es que el interés del profesor coincide con el de los padres y por eso será bueno que le hagamos saber que queremos conocer lo mejor posible sus métodos para poder colaborar con él”.
La importancia del profesor en la vida del niño
Según expresa Oria, después de los padres, “el profesor es la figura más importante en la vida de un niño”. Aunque sea por una cuestión de tiempo y considerando que los niños pasan en el colegio la mayor parte del día. Por esta misma razón, para los maestros la colaboración de las familias resulta imprescindible : “El profesor quiere detectar en primer lugar si se encuentra ante unos padres colaboradores, ya que las investigaciones demuestran que una buena cooperación de la familia con la escuela mejora notablemente los resultados académicos y el clima laboral de la propia clase”.
Hablemos con franqueza y sin miedo
Dada la importancia de esta primera reunión, son muchos los padres que no tienen muy claro cómo actuar frente al profesor ni qué es lo mejor que pueden hacer para ayudar a su hijo, surgiendo así algunos interrogantes. Por ejemplo, ¿debemos explicarles sus defectos o por el contrario incidir en sus fortalezas? ¿Qué efecto tendrá el exponerle uno u otro extremo? ¿Cómo hacer para generar en ellos unas buenas expectativas respecto a nuestro hijo? El experto aconseja a los padres ser naturales y genuinos. “Centrarnos en los aspectos positivos de nuestro hijo y contemplar los no tan positivos en forma de metas a alcanzar, puede resultar útil para desarrollar un buen vínculo con el profesor”.
Por encima de todo, nunca debemos tratar de mentir. “Generar un efecto Pigmalión no consiste en mentir o manipular al otro, consiste en acercarnos a él con autenticidad y confianza y poner en el centro al niño con las capacidades que le van a permitir desempeñar sus obligaciones escolares”. Asimismo habremos de valorar el trabajo del profesor en su justa medida, teniendo en cuenta la enorme influencia que tiene sobre la vida de nuestros hijos.
Educar es mucho más que impartir conocimientos
“Será muy importante recordar en estas entrevistas los aspectos no académicos, ya que el colegio no sólo enseña, sino que educa a personas, y concretamente es el lugar en el que el niño aprende a manejar las relaciones sociales”, advierte el experto. Así, “que el profesor sepa que nos interesa lo no académico siempre resultará útil para que mire otros aspectos que son fundamentales, como la alimentación, el deporte, la relación con sus compañeros e incluso el respeto al profesor”.
¿Y si cogen manía a nuestro hijo?
Esto podría suceder, por supuesto, pero no es lo habitual. “Los profesores son profesionales y no suelen tener manía a un niño”, nos tranquiliza el psicólogo. “Y si sucede, debemos intentar encauzar la situación y recordar que no nos hemos casado con el colegio y que un cambio no implicaría una tragedia”.