Ecológica y en mitad de un bosque, así es la rampa adaptada más larga de Europa
Muchas veces utilizamos el término ecológico con fines publicistas, no es el caso de esta rampa/observatorio, cuyas raíces se hunden en el cuidado al medio ambiente.
He indagado un poco, no mucho, en las redes, en busca de la rampa adaptada más larga del mundo. Y nada. Lo único que muestran los buscadores más populares son determinaciones técnicas de cómo hacer una rampa, de las dimensiones reguladas por la normativa del país de turno y, como no, las mejores y más espectaculares rampas para skateboard, snowboard, o para lanzar vehículos.
En fin, que no he logrado determinar si la rampa que os traemos esta semana es, o no, única en cuanto a sus dimensiones, aunque sí que estamos seguros que lo es en cuanto a sus características. Al final, un elemento arquitectónico no es sólo singular por tener algo de lo que adolece del resto, lo es por aprovechar lo inventado para realizar algo novedoso. Desde esta óptica, la Forest Tower de Dinamarca es toda una construcción singular.
La rampa más larga de Europa está en la Forest Tower
La Forest Tower es una atracción del Camp Adventure Park, que se encuentra en la ciudad de Haslev. Como su nombre indica, es una torre forestal, es decir, un lugar de observación del bosque. Aunque esta tiene una característica especial y es que desde lo más alto puedes distinguir a lo lejos la ciudad de Copenhague, ubicada a solo 47 minutos en coche.
Una de las singularidades de esta torre es su ubicación. Se encuentra en el centro del bosque, por lo que, una vez hayas pagado los 20 euros que cuesta la entrada, tendrás que recorrer 900 metros sobre un sendero de madera, hasta la base de la torre. Todo gira en torno a la naturaleza, ya que es el factor determinante. Este “pequeño” paseo nos imbuirá del entorno que vamos a observar, y nos despistará de la maravilla que tendremos que visualizar al llegar a nuestro destino.
La rampa se encuentra en mitad de un bosque
Caminando entre árboles, el impacto de ver una gran torre desde abajo deberá ser un momento mágico. Y es que de golpe te encuentras con una construcción de 45 metros que sobresale de la arboleda circundante. La torre tiene forma cilíndrica, aunque las paredes son convexas, y contiene una rampa en espiral de 600 metros de desarrollo, lo que viene a equivaler a una pendiente menor del 8%. Esta característica hace que sea accesible para cualquier persona.
Las paredes convexas tienen truco, ayudan a dejar en el aventurero una mejor experiencia, ya que según se asciende ofrece distintos puntos de vista del bosque y de la propia estructura. Además, la forma de copa en parte alta y baja, aumenta la estabilidad de la torre. Cuando alcances la cima, después de 12 vueltas en espiral, te espera el mirador, una pasarela circular con vistas a 360 grados. Tienes a tus pies el bosque protegido de Gisselfeld Klosters Skove y unas vistas nada desdeñables para turistas y lugareños.
La torre y su rampa son un reclama turístico
La construcción finalizó en el año 2019, y abrió sus puertas en marzo de ese año, recibiendo el primer día a 2.500 personas. Su diseño data del año 2017 y es obra de un estudio de arquitectura con base en Copenhague EFFEKT. Éste supo acompañarse en el viaje de una empresa conocida en The Luxonomist, la especializada en ingeniería Arup. Ellos nos ilustran explicándonos que la forma de la torre se llama hiperboloide.
Esta forma se ha ejecutado gracias a enormes pilares tubulares en forma de red que, de forma inclinada, van incrustándose en bases de hormigón distribuidas en forma circular. Al llegar a la parte alta conforman otro círculo, pero la inclinación que poseen los largos tubos de acero corten, hacen que la parte central tome la forma de una circunferencia menor que la base y la cima.
La pasarela se ha ejecutado en roble y acero de corten
Como genialidad y guiño particularmente ecológico, los pilares se han ejecutado en acero corten por su durabilidad, no se oxidan porque ya están oxidados, y su cromaticidad, su textura terrosa la identifica con elementos naturales. Otro guiño es que toda la pasarela está ejecutada con madera de roble de zonas cercanas al lugar, lo cuál significa una menor aportación de CO2 a la atmósfera.
La empresa responsable de la ejecución del entramado metálico se llama Levi Jensen. Para ejecutarlo tuvieron que incorporar una estructura interior desde la cual actuar, ésta fue retirada con la puesta en carga de la construcción. La plataforma de observación se ubica a los 135 metros sobre el nivel del mar, lo que la convierte en el punto más alto de Zelanda, según los arquitectos.
La rampa ha recibido ya dos premios de importancia, el AZ Awards 2020 y el premio ICONIC DE Arquitectura paisajística, pero, como siempre, los premios son reconocimientos tardíos, así que no hay que hacerles caso, mejor visita la torre, tomar nota de sus aciertos y sus errores, y seguir con nuestro día a día conscientes que hemos disfrutado de algo único y excepcional. Y a ver si nos leen desde el libro Guinness de los Récords y se animan a incluir en su lista la «rampa adaptada más larga del mundo».
*Fotografías cortesía de EFFEKT.
