(Foto: dezeen.com / Toyota)
El mundo está lleno de personas inteligentes, capaces de comprometerse con el futuro de la humanidad de una forma coherente y eficaz. Muchas de estas personas están a cargo de grandes empresas. Otras trabajan en los puestos clave en ellas, dirigiendo o proponiendo las mejoras que día a día. Año tras año, vemos en nuestras vidas, en nuestros objetos más cotidianos o los menos esperados: es el futuro en el presente.
Una de estas empresas que tienen la suerte de contar con capital humano de calidad se llama Toyota. Cuenta con una acción que no puede más que dejarnos con la boca abierta (y la mente alterada). Se trata de un proyecto sin igual en el mundo.
Es Woven City, una ciudad creada por la empresa donde implantar modelos de vida basados en el futuro, no en el presente, un experimento social y tecnológico de primer nivel.
Woven City se ubica en la antigua planta de producción de la empresa en la ciudad de Susono, prefectura (cómo me gusta esta palabra) de Shizuoka.
Está cerca de la base del monte Fuji (Japón) y su primera fase ha sido diseñada por el estudio japonés Nikken Sekkei. Es el mismo arquitecto que ganó el concurso de remodelación del estadio Camp Nou. Se ha creado sobre el plan urbanístico del estudio de arquitectura BIG.
De hecho, los edificios diseñados por el estudio de arquitectura ya están finalizados y se espera que se ocupen al final de este año.
En total, unas cien personas serán las pioneras en residir en este nuevo concepto de ciudad. Más adelante, se le sumarán más, hasta llegar a las 360 personas para las que está concebida esta pequeña urbe. Cuando se acaben las distintas fases, habrá 2.000 personas residiendo en Woven City.
El material estrella con el que se construye (y se construirá) es la madera. Se harán las casas y partes muy importantes de los edificios de mayor altura. Muchos con formas escalonadas, para permitir acceso a todos los residentes a terrazas con espacios verdes. Una singularidad es que las construcciones tendrán paneles solares en sus cubiertas, aportando una batería importante de suministro eléctrico verde.
Por supuesto, la zona nueva zona urbana de esta ciudad del futuro de Toyota se posa sobre un elaborado plan que hará que los espacios sean acordes a todas las necesidades de sus residentes: habrá comercios y tiendas minoristas, plazas, espacios sociales y culturales para todos los miembros de la comunidad. Obviamente, los afortunados tendrán a su disposición los vehículos fabricados por Toyota, y otros elementos de su filial Woven By Toyota (WbyT).
La comida correrá a cargo de la empresa Nissin Food Products, que se compromete a generar entornos alimentarios naturales y seguros. Otra empresa que participará en crear espacios de primer nivel será Daikin, quién se compromete a utilizar sus aparatos de aire acondicionado para crear espacios libres de polen (no estoy tan seguro que sea lo mejor). Pero esto sólo son elementos añadidos a una ciudad de la que se espera más, mucho más.
La empresa BIG gestó un tejido urbano sencillo, pensado en una cuadrícula de 150 metros de ancho (para las 70 hectáreas en el que se desarrolla la mini urbe), en sus calles, las divisiones para vehículos, peatones y otras formas de movilidad son nítidas. Así se permitirá que cada una de ellas lleguen a cada espacio de destino, sin interrupciones, sin espacios ciegos o confusos. Por ejemplo, las carreteras tendrán tres secciones.
La primera sección será para vehículos autónomos, la segunda para bicicletas, patinetes y otros elementos personales de transporte. La tercera será un parque lineal, para peatones y zonas verdes, con sinuosos y entretenidos recorridos. Por supuesto, primarán los vehículos verdes, libres de emisiones, permitiendo un aire puro y seguro.
Nada es gratis, así que la ciudad servirá de sala de pruebas para sus productos más innovadores, de forma que las 360 personas ayudarán al desarrollo de las ideas de las empresas participantes, entre las que se encontrarán startups independientes, incluso universidades. Las obras comenzaron en octubre del año pasado (2024 por si lees esto fuera de tiempo), así que la implementación ha sido rapidísima.
Pero eso no es todo, en Woven City se primará la utilización de distintos tipos de robots, desde las distintas fases de producción y construcción, con tecnología 3D, hasta la introducción de estas ayudas en el interior de las viviendas. La inteligencia artificial jugará un papel fundamental, realizando funciones automáticas en tareas mundanas, como control de comestibles, recogida de ropa o eliminación de la basura.
Woven City es un paso adelante, y los primeros “colonos” serán personal de la empresa (y sus familiares), pero la idea se expandirá y se producirá una introducción de personas mas heterogénea. De las pruebas que en la mini urbe se hagan, saldrán mejoras que, con suerte, llegarán a los hogares de todo el mundo. Es bueno que existan grandes empresas comprometidas con el futuro, es bueno que la arquitectura trabaje para ellas.
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