La familia Chandon, asociada con la prestigiosa marca Moët & Chandon, acumuló durante años un nutrido número de residencias privadas. Algunas de ellas relacionadas directamente con la producción de champán y otras con actividades de ocio y esparcimiento. Este es el caso del famoso Château de Saran, que fue construido a mediados del siglo XIX y que originalmente sirvió como residencia de caza para la familia Chandon.
Ubicado en Épernay, en la región de Champagne, el château fue concebido no solo como un refugio, sino también como un lugar de reunión y hospitalidad para invitados especiales.
Durante el siglo XX, especialmente a partir de los años 60, el Château de Saran se transformó en un lugar de acogida para eventos y celebraciones organizadas por Moët & Chandon.
Tras décadas recibiendo a celebridades, dignatarios y amantes del champán, el château cerró para sufrir una renovación integral en 2014. Una reforma que dirigieron el historiador Yves de Marseille y el arquitecto y paisajista Peter Wirtz.
La propiedad reabrió sus puertas en 2019 combinando diseño contemporáneo con detalles históricos y manteniendo su esencia de lujo refinado.
Dicen desde Moët & Chandon que la restauración se realizó “acorde a su importancia histórica, armonizada junto a todo el ecosistema de la zona, reviviendo el espíritu familiar de la finca, la elegancia de sus interiores, y la belleza de sus parques y sus jardines”.
Así, el edificio ofrece impresionantes vistas de las ondulantes colinas de Chouilly y la Côte des Blancs. Y cuentan quienes han tenido el placer de visitarlo que ese trata de un imponente edificio repleto de historia.
Por ejemplo, el propio Napoleón Bonarte pernoctó allí ya que era amigo personal de Jean-Rémy Moët, creador de la bodega. De hecho, una de las habitaciones del edificio ha sido bautizada como la Imperial y rinde homenaje al emperador y al champán que se elaboró en su honor.
Con una decoración versallesca, posee dos cuadros de las emperatrices, Josefina de Beauharnais y María Luisa de Austria.
Además de ésta, el rediseño dio lugar a otras siete suites temáticas, cada una inspirada en los elementos más importantes de la casa Moët & Chandon. Es el caso de la viticultura, el champán rosado y la tradición de cosecha de la región.
Sus nombres están relacionados con la historia Moët & Chandon y algunos de ellos recuerdan a los felices años veinte, a Christian Dior o a Hollywood, con Marilyn Monroe como principal embajadora de la marca allí.
El Château de Saran dispone de un gran salón familiar, otro para desayunos, un hall decorado al detalle y diversas galerías subterráneas que albergarían diversas obras de arte. Sin duda alguna un lujo al alcance de pocos bolsillos y un deleite para los sentidos.
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