La arquitectura no posee fronteras que amarren ni determinen su evolución. Las ideas arquitectónicas vuelan de un país a otro, de un continente a otro, de un sistema político a otro, sin que nadie sea capaz de pararlas (menos mal). Así, no es difícil entender la gran evolución que ha tenido esta rama en las últimas décadas, dando un gigantesco y decidido paso a la modernidad. En arquitectura está bien clonar las buenas ideas, adaptándolas de forma eficaz a los lugares donde se aposentan.
Un claro ejemplo lo tenemos en Madrid, la Torre Picasso es, sin duda, uno de los edificios más importantes de España, dado que ocupó durante muchos años el techo español edificatorio con sus 157 metros de altura. Pero la obra de Minoru Yamasaki (sí, el creador de las extintas Torres Gemelas) no es sólo altura, es diseño: un diseño que forma parte un patrón internacional compartido con muchos otros edificios, la mayoría en América (Oh, América). Hoy os mostraremos siete, pero hay muchos más.
La primera parada es obligatoria, dado que la Torre Rainier no sólo es un edificio que comparte estética con la Torre Picasso, también comparte el creador: Minoru Tamasaki. El arquitecto construyó este hermoso inmueble en Seattle, Washington, con casi la misma altura que el español. Una persona mal pensada podría llegar a la conclusión de que se trata del mismo diseño, dado que, aunque fueron construidos en distintas décadas (1977 Rainier y 1988 Picasso), ambos fueron diseñados a principios de los 70 (no somos mal pensados no…).
La segunda estación está en Portland, Oregón, y se trata del Wells Fargo Center, un edificio de oficinas construido en 1972 con la estética que utilizaría más tarde el señor Tamasaki, un poco más vasta (todo hay que decirlo), pero la misma. Se trata de un edificio de 166 metros de altura con franjas divisorias verticales de tonos claros y cristales oscuros entre ellas. El rascacielos más alto de Oregón fue creado por Charles Luckman and Associates, los mismos que diseñaron el Madison Square Garden en 1968.
Saltamos ahora a América del Sur, concretamente a Bogotá (Colombia) para vislumbrar la elegantísima Torre Colpatria, un rascacielos de 196 metros de altura inaugurado en agosto de 1978. Diseñado por el estudio de arquitectura Obregón, Valenzuela & Cía. Ltda., el edificio se ubica en suelo arcilloso, lo que obligó a introducir 6.000 metros cúbicos de hormigón armado en sus cimientos. El elegante rascacielos es el segundo más alto de la ciudad y posee un mirador en su cúspide.
Sin movernos de Colombia, visitamos la ciudad de Medellín, donde encontramos la Torre del Café (llamada así por la compañía cafetera que lo financió), un edificio de 160 metros de altura, construido en 1975 para convertirse en el centro de atención de la ciudad. Es el segundo edificio más alto y delgado de Colombia después de la Torre Colpatria. El inmueble presenta dos caras: una con franjas de hormigón verticales y estrechas y otra con franjas más amplias de cristales.
Volamos ahora a San Francisco, al edificio llamado 44 Montgomery, un inmueble que no sólo comparte estética con la Torre Picasso, sino que también comparte materiales, dado que los ramales verticales son de aluminio. El 44 Montgomery tiene 172 metros de altura y está en el corazón financiero de San Francisco. A su finalización en 1967 era el edificio más alto de Dallas (J.R. y tal) y fue diseñado por la firma de arquitectura John Graham & Company.
La sexta parada está más al Este, en Chicago, donde nos espera el Aon Center, un rascacielos que dio mucho que hablar en su época por sus 346 metros, que salieron de la mano del arquitecto Edward Durell Stone, un técnico cuyo primer trabajo fue diseñar interiores para el Waldorf Astoria (que envidia). Las franjas verticales fueron revestidas por mármol blanco italiano, en total se emplearon 43.000 losas, lo que le convirtió en 1973 en el edificio revestido de mármol más alto del mundo.
La séptima (y última) estación la hemos ubicado en el Estado de Nueva York (por supuesto). Aquí hablamos de un edificio que comparte la elegante estética de la Torre Picasso: la Torre Metropolitan en Rochester. El edificio alcanza los 119 metros, convirtiéndose en el más bajo de este artículo y el tercero más alto de la ciudad. Fue construido en 1973 y su principal característica es el comienzo en diagonal de las líneas verticales blancas, comienzo que realza su figura. El edificio ofrece de todo: centro comercial, oficinas y zona residencial.
Sabemos que hay muchos más edificios con esta singular y atrevida estética: aletas o salientes verticales blancos que protegen las ventanas del edificio, además de servir para estilizar la figura del rascacielos. Si conoces alguna torre así, es hora de venerarla como se merece (Instagram, claro). Además, muchos de los ejemplos descritos tienen instalada iluminación exterior, de forma que en la oscuridad, las zonas blancas verticales lucen poderosas… ¿Has visto la Torre Picasso de noche? ¡Un lujo!
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