Oregón es un estado de Norteamérica que tiene, aproximadamente, la mitad de la superficie que nuestro país. También tiene una densidad de población mucho menor que la de España, con sólo 16 habitantes por kilómetro cuadrado, lejos de los 93 que se anotan en nuestros registros. Nuestro clima, obviamente, es muchísimo mejor, nuestro carácter, también, y la Historia, con mayúsculas, ni se nombra. No obstante, sí que hay algo que Oregón tiene y, a mi criterio, nos falta: el increíble campus o sede de Nike, una de las empresas deportivas más importantes del mundo, con permiso de adidas. Un campus que se está renovando y fortaleciendo en los últimos años.
El Nike World Headquarters se ubica en la ciudad de Beaverton, y es la sede de la todopoderosa multinacional del deporte. Allí, sus técnicos diseñan, ponen a prueba y crean sus productos para atletas, con la más alta tecnología que podamos imaginar, misión solo apta para simpatizantes del trabajo duro. Sin embargo, que el trabajo sea intenso no quiere decir que tengan que pasarlo mal, con esta filosofía la empresa puso en marcha en el año 2014 una ambiciosa ampliación de sus infraestructuras, empezando por la reinvención de sus edificios.
La idea de NIKE se basaba en agregar unos 300.000 metros cuadrados de superficie para nuevas oficinas, usos mixtos, laboratorios, estacionamientos y áreas deportivas exteriores. Al comienzo del proyecto, iban a ser tres los estudios de arquitectura que se iban a encargar del desarrollo urbanístico: ZGF Architects, expertos en Universidades, SRG Partnership, empresa con una mentalidad innovadora, y Skylab Architecture, otra que diseña con mucha profesionalidad. Por otro lado, la empresa PLACE, que habla inglés, español y chino, se encargaría de los servicios de arquitectura paisajística.
En este nuevo campus se mantiene la tradición de Nike que da nombres de deportistas famosos a los edificios del complejo. Siguiendo la línea marcada por la empresa desde 1992, el edificio se llamó Nolan Ryan, en honor al jugador de béisbol de Texas que triunfó en el deporte rey de los EE.UU durante las décadas de los 70 y 80. Este proyecto es de TVA Architects, el estudio que inició la magnífica coreografía edificatoria en la que se ha transformado esta parte de Oregón.
Después de Ryan vinieron otros deportistas, estrellas icónicas que jamás se olvidarán, como Tiger Woods, Mia Hamm, edificio diseñado también por TVA, Pete Sampras, Michael Jordan, John McEnroe o Dan Fouts. Cualquier aficionado puede encontrar una referencia que le involucre a este campus, de forma que la inspiración está más que asegurada.
Pero el imperio Nike, que en la antigua Grecia era el nombre de una diosa alada, no podía quedarse sin los íconos de la modernidad deportiva. Con la nueva ampliación, en la que se iban a construir seis edificios, surgió la necesidad de encontrar más nombres a los que encumbrar en las nuevas construcciones. Sin embargo, antes de desvelarlos, hay que destacar que los nuevos inmuebles son, o están en proceso de ser, construcciones eficientes, apuntando a certificarse como LEED Platinum, y consolidarse como espacios reductores de la huella de carbono.
Para conseguirlo, se han implementado diseños donde se aprovecha al máximo la luz natural; se usan sistemas radiantes específicos para enfriar o calentar grandes volúmenes; se tratan las aguas grises, depurándolas para reutilizarlas en las amplias zonas verdes del campus; o se utilizan vigas frías activas, sistemas de acondicionamiento de la temperatura que utiliza el intercambio de ésta en circuitos de aire-agua, muy eficientes y de bajo consumo energético. Todo esto refuerza la idea de la marca de crecer alimentando la innovación y el respeto por el entorno. Noble idea por otra parte.
Los nuevos edificios de Nike son dos aparcamientos bautizados como LA Garage y NYC Garage, en referencia a las ciudades de Los Ángeles y Nueva York. Se trata de dos edificios de oficinas que honran a las deportistas Serena Williams y Sebastian Coe, un gimnasio con el nombre del entrenador Mike Krzyzewski, y el más reciente del grupo, un edificio multiusos que llevará el nombre de LeBron James, ya sabéis, el de la vivienda de 52 millones de dólares… o no.
Hoffman Construction ha sido la empresa constructora que se ha encargado de la ejecución de los trabajos, al menos, de los edificios terminados: LA Garage, NYC Garaje, Sebastian Coe y Mike Krzyzewski, ambos diseñados por ZGF Architects. El magnífico edificio de Serena Williams está aún en ejecución. Éste ha sido diseñado por Skylab Architecture, y se esperaba concluyera el pasado 2019. El Williams será el inmueble más grande del campus con 90.000 metros cuadrados, superando los 43.000 del edificio Coe.
Los garajes LA y NYC fueron diseñados por el estudio SRG Partnership. A estos inmuebles los arquitectos les dieron identidades fácilmente identificables con las ciudades de las que emanan sus nombres, como la narración de historias sobre los deportes de Los Ángeles, incluidos los Juegos Olímpicos de verano de 1984 y los equipos profesionales de la ciudad. El NYC posee niveles que representan los equipos del campeonato de la ciudad de Nueva York, y paredes de grafito asfaltadas, adoquinadas y pintadas por distintos artistas.
El último edificio en recibir bautismo es el que honra a LeBron James. El evento tuvo lugar este mismo año, cuando la empresa dio a conocer las infografías del edificio. El deportista, dos veces medallista de oro olímpico, tres veces campeón de la NBA y cuatro veces MVP de la NBA, se sentía muy orgulloso y lo demostraba diciendo: «Es tan surrealista. Ha sido un honor ser parte de una compañía tan grande durante los últimos 18 años. Saber que un edificio con mi nombre residirá en el campus, es un verdadero honor y me siento realmente especial».
El inmueble, diseñado por la firma Olson Kundig, será la sede del equipo de Innovación Avanzada de Nike, un laboratorio de investigación deportiva de última generación, donde científicos, diseñadores, ingenieros y más personas, se concentrarán en inventar productos y servicios para los futuros atletas. Además, las instalaciones contarán con una cancha de baloncesto tamaño NBA, una pista de resistencia de 200 metros, otra recta de 100, y un campo de entrenamiento con césped artificial.
El edificio tiene una rampa exterior de 150 metros con una inclinación cercana al 15%, lo que ofrece a los deportistas la posibilidad de entrenar en la construcción. Construcción que, por cierto, correrá a cargo de la empresa Mortenson Construction. La alianza de las grandes empresas con la arquitectura siempre nos deja buen sabor de boca. Nada como la sinergia de las buenas costumbres para elevar nuestro espíritu hacia cotas más altas. Nada como el deporte y el arte para encumbrar al ser humano.
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