El Dalí más grande del mundo se exhibe en el Círculo de Bellas Artes de Madrid
La pieza es un enorme telón que el artista pintó para el ballet 'Bacchanale' en 1939.
‘El Dalí más grande del mundo’. Ese el título elegido por el Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes de Madrid para mostrar al mundo la pieza que exhibirá hasta el próximo 6 de enero. Y no es para menos, pues se trata de un enorme telón original que diseñó y pintó Salvador Dalí. Lo hizo para el ballet ‘Bacchanale’, que se estrenó en 1939 en el Metropolitan Opera House de Nueva York.
El ballet paranoico de Dalí
Salvador Dalí calificó ‘Bacchanale’ como el primer ballet paranoico. Él mismo escribió el libreto y diseñó los decorados y el vestuario, junto a la mismísima Coco Chanel. El éxito fue rotundo y permaneció en el repertorio desde 1939 hasta 1941. Además, se representó de nuevo en 1945 y posteriormente en 1967, esta vez en Mónaco, última vez que se tuvo la oportunidad de ver.
Pero este telón ha vivido multitud de peripecias antes de llegar al Círculo de Bellas Artes. “Se enseñó dos o tres años y se volvió a guardar en una caja que heredó uno de los bailarines del ballet. Tras el cierre del Ballet Russe de Montecarlo en 1968, el bailarín lo donó a la Universidad Butler. Allí ha estado colgado y por eso se cree que está tan bien mantenido. Yo se compré directamente a ellos”, ha explicado el galerista y propietario de la pieza, Jorge Alcolea.
La obra de Dalí más grande del mundo
Por ello, aunque estaba en muy buen estado de conservación y no necesitó restauración, sí se ha fijado la pintura. El objetivo ha sido “revivir” los colores y así poder mostrar el telón en todo su esplendor. Será en el marco del ‘diciembre surrealista’ del Círculo, que dedica parte de su programación al centenario del Manifiesto del Surrealismo, publicado por André Bretón.
El decorado de Dalí incluye un telón y cuatro lienzos que refuerzan la perspectiva, con el Monte de Venus como elemento central, vinculado al mito de Leda y el pecado femenino. La composición integra referencias renacentistas, como Los Desposorios de la Virgen de Rafael, y contrastes entre amor y muerte, acompañados por detalles característicos como calaveras inquietantes, cajones alusivos al inconsciente y figuras fantasmagóricas.