La Cubana despide ‘Adeu, Arturo’ en Barcelona

Después de recorrer España con el espectáculo, la compañía de Sitges despide “Adeu, Arturo” en el teatro Coliseum de la ciudad condal donde bajará el telón definitivamente en el mes de mayo.

Josep Sandoval. 10/02/2022

Con la platea puesta en pie, La Cubana presentó en Barcelona la última escala de ‘Adeu, Arturo’, un espectáculo con el que ha estado girando por toda España, pero que aún no había llegado a la ciudad condal.

Con miles de aplausos, carcajadas y «bravos» se cerró la función con la que habían dado el pistoletazo de salida a esta tanda de representaciones finales que, por diversos compromisos de escenario, dejará de funcionar dentro de unos meses.

Adeu Arturo La Cubana
La compañía ha representado la obra en Barcelona por primera vez

Un buen sabor de boca

Sólo el genial Jordi Milán, director de la compañía, podía permitirse el lujo de organizar un velatorio estructurado en tres partes y por este orden: abre un apoteosis, sigue un segundo acto sin intermedio, de texto muy “cubano” y un epílogo revelador que deja a todo el mundo con excelente sabor de boca.

Sin ánimo de hacer spoilers, y puesto que la libertad para grabar, fotografiar o interactuar con la compañía es total, contaremos que ‘Adeu, Arturo’ de La Cubana empieza con un “fake” más o menos real.

Adeu Arturo La Cubana
El espectáculo gira en torno al funeral de Arturo Cirera

Así dice La Cubana ‘Adeu, Arturo’

Una compañía de teatro, casualmente La Cubana, que debido a la pandemia dejó colgados muchos espectáculos, acepta todo tipo de contrataciones. La más inusual consiste en organizar un funeral para un prohombre andorrano, Arturo Cirera Mompou; que vivió en la más pura bohemia, buceando entre la intelectualidad y la tecnología, los negocios y el placer.

Estudiante en Suiza y en las mejores universidades, el genio quiere que su partida de este mundo sea una fiesta. Para ello reúne a sus más variopintos amigos que, indefectiblemente, le dedican una canción. Ésta va desde la lírica a las rancheras pasando por una inglesa muy al estilo de “Dios salve a la reina”. Una que desgrana “El relicario”, capote en mano, en inglés puro y duro, sin escapar el strip-tease de una vieja amante que tiene el buen gusto de traerse a su nieta para sustituirla en la función.

Adeu Arturo La Cubana
La puesta en escena es hilarante y divertida

La Cubana divide ‘Adeu, Arturo’ en tres partes

Obvio señalar que esta primera parte es una delicia de music hall, una sucesión de números a cada cual más hilarante; que convierte el escenario en un palco escénico de lo más alocado, y permite a los actores demostrar sus dotes cantoras.

En la segunda mitad el escenario salta hasta tres días antes del sepelio,  a un piso del Ensanche donde sus alocados herederos buscan por todas partes indicios de la fortuna del difunto, incluida la caja fuerte. En esta parte el decorado ocupa todo la anchura del teatro, es mayestático y lugar ideal para las correrías de la compañía que luce aquí su parte más, digamos, formal.

El epílogo es la resolución de la herencia, sorpresiva para todos menos para el espectador avezado que sospecha desde un principio cuál es el destino de la colosal fortuna. Es aquí donde se mezclan las vanidades de todos. Desde su ambiciosa parentela a una vecina octogenaria que toca el trombón; y un marroquí, chófer del finado; pasando por un papagayo contestón; y que incluye hasta un espectador en complicidad con una señora de la limpieza, poseedora, por una casualidad, de la combinación de la caja de seguridad del difunto.

Adeu Arturo La Cubana
El elenco encarna a diversos personajes

El carpe diem, sello de La Cubana

Todo es hilarante en este carpe diem que fue el lema del finado y es el mensaje de la función. Ésta termina en un plano de vaudeville con toques de burlesque que deja el más fresco sabor de boca. La compañía, en perfecta formación, está compuesta por Filomena Martorell, Xavi Tena, David Ramírez, Annabel Tutusaus, Nuria Benet, Álex González, Montse Amat, Toni Sans, Virgina Melgar, Miquel Arnau, Victor G, Casademunt, Pere Pau Hervàs, Miquel Arnau, Dani Sánchez, Aleix Costales y Jesús Ayala.

Estos se multiplican en docenas de personajes, en complicidad de una platea complaciente que no duda en aceptar los roles que se les asigna con el mayor de los placeres. Toda una gozada este Adeu, Arturo o funeral del prohombre Arturo Cirera Mompou, andorrano feliz que si vivió bien, tuvo una mejor manera de morir.

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