«La lágrima de Jantipa», reflexión y mirada de la mujer en la Grecia Antigua
¿Qué era la mujer para los antiguos pensadores griegos?
¿Qué era la mujer para los antiguos pensadores griegos? ¿Qué espacio tenía en su cosmogonía? ¿Cuál era su papel en la organización social y familiar? Para dar respuesta a todas estas preguntas, el profesor de Historia Antigua, Manel García Sánchez, publica La lágrima de Jantipa. Una reflexión sobre el papel que los filósofos griegos asignaron a las mujeres, en general, como eternas menores de edad necesitadas de una tutela masculina.
Cuenta, entre otras cosas, cuando las mujeres fueron admitidas en algunas de las escuelas filosóficas, fueron masculinizadas o repitieron el mismo discurso androcéntrico, patriarcal y asimétrico que sus maestros de escuela.
El estudio de género de la Antigua Grecia
García Sánchez es un investigador en el estudio del género en la Antigüedad, en el mundo clásico y sus relaciones con el mundo oriental, así como en su recepción en la tradición occidental. Con su trabajo ofrece un estudio de la Grecia clásica a partir de la palabra de los filósofos y su concepción de lo femenino.
La lágrima de Jantipa es un ensayo histórico sobre la configuración de un pensamiento. Ese que suponía que las mujeres no debían ser educadas más allá de la labor matronalis y los deberes conyugales.
La lágrima de Jantipa
Pero este libro no se conforma tan solo con narrar esa historia desde las academias, los liceos, los jardines o los pórticos de los filósofos. También transita el campo y la ciudad, la asamblea y el ágora, los gimnasios y los gineceos, las escuelas y los mercados, la acrópolis y el arrabal, el cuerpo y el espíritu, el imaginario y la realidad, el teatro y el simposio, la casa y el mercado…
En todos esos escenarios se exponen las coacciones del eros, las hijas de Pandora y las diferencias sexuales, las feminidades, las masculinidades y la convivencia política, la asimetría del género y su larga duración desde la Grecia antigua.
Con La lágrima de Jantipa, cuyo título hace referencia a la olvidada esposa de Sócrates, el historiador y crítico Manel García Sánchez aspira a contribuir «a la reparación de tantos silencios, a la memoria histórica. Porque Mnemosine es también nombre de mujer».