Las obras de arte viajan con Louis Vuitton
Cuando hay que emprender un viaje y transportar algún objeto delicado y exclusivo, Louis Vuitton es una garantía de éxito.
A todos nos ha pasado alguna vez. Por mucho papel burbuja que emplees y pegatinas que adviertan sobre la fragilidad del contenido, transportar un objeto delicado y de cierto valor puede convertirse en una aventura y en muchas ocasiones no sirven de mucho ni la protección ni los cuidados para que llegue intacto.
Por eso, y porque el contenido vale más que cualquier disgusto, hay que confiar en las manos artesanas de firmas como Louis Vuitton, capaces de crear el continente perfecto para proteger cualquier objeto. Y seamos sinceros, la icónica lona monogram de Louis Vuitton impone tanto respeto en una maleta que las manos más torpes del mundo son capaces de asumir la precisión de un relojero suizo. Una garantía de tranquilidad y éxito.
Por eso la casa francesa no deja de hacer maletas, baúles y cofres con la misma dedicación artesana con la que elaboraron los primeros encargos a principios del siglo pasado. En 1924, la Maison diseñó un baúl para René Gimpel (un galerista de arte francés) que le permitió viajar por todo el globo para presentar y ofrecer sus obras a sus clientes. Desde entonces, personalidades de todo el mundo han confiado en Louis Vuitton para transportar sus valiosas obras de arte.
El museo holandés Rijksmuseum confía desde hace años en Louis Vuitton para crear los cofres en las que se transportan por medio mundo algunas de sus obras de arte más valiosas. La última en salir de viaje es ‘La Lechera’ de Johannes Vermeer, que se expone en Tokio. Una pintura al óleo sobre lienzo en la que Vermeer consiguió hacer de un acto cotidiano una obra impresionante.
El baúl se ha hecho a mano en los talleres históricos de Louis Vuitton en Asnières. Y junto a su lona monogram, las esquinas y cerraduras de latón propias de la casa presenta también unas rayas pintadas a mano y un interior de color amarillo, que evoca los colores principales de la obra maestra que transporta. Michael Burke, presidente y CEO de Louis Vuitton no oculta su orgullo por este proyecto: «Con verdadera pasión por la creación, Louis Vuitton ha contribuido siempre a salvaguardar el patrimonio artístico y cultural. Ha sido un honor para nosotros diseñar el baúl a medida que ha transportado y protegido una de las obras maestras internacionales más famosas de todos los tiempos.»
Una tradición que forma parte también de la historia de los torneos deportivos más importantes del mundo, porque suyos son los cofres y baúles donde se transportan los trofeos de la Copa de América de vela, la copa del Mundial de Fútbol o la de Rugby.