Protege a los más pequeños de los efectos nocivos del sol
El mayor factor de riesgo para padecer enfermedades relacionadas con la exposición al sol son las quemaduras intensas durante la infancia y la adolescencia.
No nos cansamos de oírlo, pero parece que repetirlo nunca está de más: necesitamos protegernos de la radiación solar. El placer de tomar el sol parece incompatible con poner en riesgo nuestra vida. Pero, lamentablemente, no lo es. De hecho, la protección solar es esencial para la prevención del cáncer de piel: aproximadamente el 90 por ciento de los cánceres de piel son melanoma y el 86 por ciento de los melanomas están asociados con la exposición a la radiación UV del sol.
Estos son los datos que maneja The Skin Cancer Foundation, la única organización internacional dedicada exclusivamente a la educación, la prevención, detección temprana y tratamiento del que resulta ser el cáncer más común del mundo.
Los riesgos de la exposición al sol sin control
Aunque no se puede negar la influencia del factor genético, “el sol es un factor muy importante y muchas veces determinante”, según asegura el dermatólogo Guillermo Enrique Solano-López Morel, miembro de Doctoralia y Director de la Clínica Dermatológica DERMIMED en Madrid.
Por ello, el papel de la prevención es fundamental para evitar los carcinomas más frecuentes (los basocelulares, los epidermoides y los melanomas). Así de contundente se muestra el doctor Solano-López Morel. “En el caso del melanoma, que es el cáncer cutáneo más agresivo y el que tiene potencial de metástasis, el factor de riesgo más importante son las quemaduras intensas durante la infancia y la adolescencia. Mientras que para los demás tipos, parece ser el daño acumulativo de los años lo que determina su aparición”.
Los niños, los más vulnerables
Como explica el dermatólogo, debemos aplicar la protección solar desde la infancia, e incluso evitar la exposición directa en bebés. “Por norma general, en niños menores de 6 meses se recomienda evitar la exposición al sol, utilizando protección física (ropas adecuadas, gorros, sombreros, etc), y a partir de los 6 meses, utilizar filtros minerales, preferiblemente. Independientemente del fototipo del paciente, deben utilizarse protectores solares con filtros de factor 30 para arriba, y renovarlos cada 2 horas”.
Especial atención en playa y montaña
Lamentablemente, nuestros destinos vacacionales favoritos en playa y montaña suelen ser los peores enemigos de la piel. Según advierten desde el blog de montañeros Arista Sur, en la montaña, la exposición a las radiaciones solares es alta debido a la altitud y a otras variables, y los efectos negativos se multiplican en terrenos nevados debido al efecto del hielo y la nieve. “Por lo tanto es importante la utilización de ropas adecuadas, gafas, sombreros, gorros y cremas de protección solar de 50. En la playa deberemos usar filtros solares resistentes al agua”, nos recuerda por su parte el miembro de Doctoralia.
Estos son sus consejos para cuidar la piel en verano:
- Evitar el sol entre las 12 y las 4 de la tarde, extremando el cuidado en las primeras exposiciones, y empezar con 20 a 30 minutos diarios.
- Aplicar la crema solar media hora antes de exponerse al sol, no olvidando los dedos de los pies, las manos, la nuca, que son sitios que muchas veces descuidamos.
- Aunque la crema solar sea resistente al agua, hay que volver a aplicarla cada 2 horas.
- No olvidar que, aunque el día esté nublado, el sol quema igualmente.
- Nunca realizar tratamientos cosméticos de tipo láser, peelings, depilación en épocas de verano ya que el resultado puede ser contraproducente.
- Después de la exposición al sol debemos hidratar la piel y beber abundante agua.
¿Qué hacer si se quema nuestro hijo?
“Una vez que ya está establecida la quemadura solar, no se puede hacer demasiado para limitar el daño a la piel. Lo ideal es evitarlo”, advierte el experto. “Dependiendo del grado de la quemadura, si es una quemadura de grado I o leve, bastaría con aplicación de cremas post-solares, por ejemplo calmantes con aloe vera o calamina. Si existe dolor, se puede utilizar analgésicos y/o antiinflamatorios. Es muy importante beber agua para evitar la deshidratación. En el caso de presentarse ampollas, recomendaría acudir a un médico, ya que en algunas ocasiones es necesario aplicar cremas con corticoides suaves y antibióticos”.
Apuesta por la protección más eficaz
“Los mejores protectores solares son los que nos protegen contra la UVA, UVB, luz visible e infrarroja, y con un índice de protección solar por encima de 30. Además, son seguros los que no poseen parabenos, octocrilenos y los que son resistentes al agua”, explica el director de Dermimed. El dermatólogo apuesta también por los protectores biodegradables y respetuosos con el medio ambiente. “Las siliconas son muy estables e inertes químicamente, por lo que su biodegradabilidad es muy baja, y por ello se han retirado de las fórmulas”, aclara.
Al margen de entender las cremas solares, no debemos olvidar la ropa como otro de los elementos fundamentales para prevenir el daño solar. Pero no cualquier ropa, sino la diseñada para ello. Su factor de protección solar suele estar entre 15 y 50 y se indica “según el material y la luz que deja pasar”, declara el experto. “Es una manera interesante de añadir protección a los que no pueden renovar la aplicación de la crema solar cada 2 horas o a aquellas personas propensas a las quemaduras o con antecedentes de cáncer de piel”.