Los niños que comen pescado una vez a la semana duermen más y obtienen mejores notas, según se desprende de un estudio publicado por la revista científica Scientific Reports. Según este análisis, existe una conexión directa entre los omega-3, los ácidos grasos esenciales que se encuentran en muchos tipos de peces, como el salmón, las sardinas y el atún, con el desarrollo cognitivo y un mejor desarrollo del sueño.
El estudio se realizó sobre los hábitos de alimentación de unos 500 niños, con edades comprendidas entre los nueve y once años. Los niños que dijeron que comían pescado semanalmente anotaron 4.8 puntos más en las pruebas de cociente intelectual que aquellos que dijeron que «rara vez» o «nunca». Además, los investigadores concluyeron también que los niños que comieron más pescado tuvieron menos molestias mientras dormían, lo que indica una mejor calidad general del sueño.
Los investigadores recomiendan agregar de forma paulatina el pescado a la dieta de los más pequeños. «Los niños deben ser iniciados en este hábito desde el principio», asegura Jennifer Pinto-Martin, coautora del estudio. Siempre que el pescado esté libre de espinas y tenga una textura agradable, los niños pueden comenzar a comerlo alrededor de los 2 años.
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