El 20 de enero de 1941, Franklin Delano Roosevelt juraba por tercera vez su cargo como presidente de los Estados Unidos. Un país que por aquel entonces seguía sin entrar de lleno en la Segunda Guerra Mundial que vivía en Europa sus momentos más dramáticos. En diciembre, el ataque japonés a la base estadounidense de Pearl Harbor modificaría esa condición. Mientras, en el frente del Este, las tropas rusas resistían los envites del ejército alemán en una contienda que años antes ya había provocado el éxodo de miles de ciudadanos. Dos de ellos, Jacob y Fanny Cahn, recalaron en Nueva York huyendo, por su condición de judíos y rusos, de una Europa en llamas. La compañía Coach, fundada ese mismo año, está unida a ellos irremediablemente.
Coach nació como Gail Leather Products, un pequeño taller de costura familiar en un loft de la calle 34 de Manhattan. Sus seis fundadores fabricaban artículos de cuero, carteras y billeteras principalmente.
En 1946, terminada la contienda, Miles Cahn, hijo de los citados emigrantes judíos, se unía junto a su esposa Lilian al proyecto. La pareja tenía su propio negocio de bolsos de piel, pero consideraron que juntos serían más fuertes. Cuatro años más tarde, Miles Cahn ya estaba al frente del negocio.
La empresa prosiguió su trayectoria como Gail Leather Products hasta que Miles y Lilian Cahn se hacen con la totalidad de la compañía en 1961. Ya bajo el nombre de Coach Leatherware Company la empresa inicia su expansión definitiva que coincide con una apuesta arriesgada en el tratamiento de la piel. La pareja comienza a tratar el cuero con las mismas propiedades usadas en la fabricación de guantes de béisbol. Algo que seduce a una clientela cada vez más extensa.
Con un cuero más fuerte, más suave y más flexible, Coach consigue además evolucionar en los tintes. Y es entonces cuando Lilian Cahn propone fabricar bolsos de mujer. Con Bonnie Cashin como diseñadora, una pionera de la ropa deportiva, el grupo amplía de forma contundente su gama de productos.
Coach ha sido fiel a lo largo de los años a su emblema original. Un logotipo que no ha sufrido muchos cambios y que sigue la línea de otras marcas relacionadas con el mundo de la piel. Al igual que le sucede a Hermès, el mundo ecuestre inspiró a sus dueños para crear una marca icónica y reconocible.
El nombre de la casa aparece en mayúsculas junto a la fecha de inicio de la actividad encerrada en un marco rectangular con las esquinas redondeadas. La palabra Nueva York figura debajo y sobre el nombre de Coach hay un elegante carruaje de principios de siglo XX con dos caballos y un cochero.
Miles y Lilian Cahn decidieron vender la empresa en 1985 para dedicarse en sus últimos años de vida a hacer quesos de cabra en una granja de Gallatinville, cerca de Nueva York. Sara Lee adquirió la empresa por 30 millones de dólares. En la actualidad pertenece a Tapestry y posee casi mil tiendas en todo el mundo.
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