La mayoría de las personas no conoce los cuidados que se deben llevar a cabo cuando se adquiere una flor de Pascua. La Navidad suele ser la época en la que más flores de Pascua se compran, pero no por ello deben durar lo que dura la Navidad.
Para que estas flores gocen de una vida larga se necesitan unos cuidados determinados para seguir igual de sanas y fuertes que cuando llegan a casa. Así, se podrá disfrutar del ambiente acogedor que proporcionan durante mucho más tiempo.
Para saber si una flor de Pascua está sana se debe comprobar si su follaje es vigoroso, denso sin daños, y está formada por flores incipientes de color amarillo verdoso en el centro de las brácteas coloreadas.
Después de la compra, la flor de Pascua se debe envolver con cuidado y llevarla, lo más pronto posible, a casa. Si la temperatura exterior es inferior a 15°C, se debe utilizar el material de embalaje gratuito que ofrecen las tiendas especializadas para proteger a las plantas del frío y de las corrientes de aire. Cuantas más capas de papel envuelva la planta, más aislada estará del frío.
Una vez en casa, se retira el envoltorio pero no se debe trasladar de manera inmediata a una habitación cálida porque hay que dejar que se aclimate en una sala más fresca y con luz, como la cocina o el invernadero, durante algunas horas antes de ubicarla en su lugar definitivo.
Las flores de Pascua, originarias de México, necesitan luz y calor. En el clima tropical de este país centroamericano, las plantas crecen hasta convertirse en arbustos de un metro de altura. La oscuridad, las corrientes de aire y el frío (temperaturas inferiores a 15 °C suponen veneno para ellas) pueden provocar la caída de sus hojas.
El lugar ideal para la flor de Pascua tendría que tener las siguientes características: luminosidad, calidez y protección frente a las corrientes de aire y a los cambios bruscos de temperatura. Por ejemplo, un mal lugar sería junto a una ventana que se ventile frecuentemente, junto a radiadores o estufas, ya que el exceso de calor tampoco es bueno. Asimismo, la flor de Pascua debe contar como base con un platillo abajo para evitar que se enfríe.
Antes de conocer cuándo regar una flor de Pascua, se ha de saber que toleran mejor una ligera sequedad que un exceso de humedad. Así que sólo cuando la parte superior de la tierra se haya secado es el momento de regar, teniendo en cuenta que el interior del cepellón no debe secarse nunca.
Además de la temperatura ambiente y la humedad, otro factor importante es, por ejemplo, el tamaño de la maceta. Las mini flores de Pascua en macetas de 6 centímetros necesitan agua con más frecuencia que las plantas en macetas de 12-13 centímetros, debido a su menor volumen de tierra.
Siguiendo estos cuidados y consejos, cualquier persona podrá disfrutar de la belleza y del color de las flores de Pascua durante toda la temporada navideña.
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