La decoración ofrece opciones increíbles para todo tipo de hogares. La disposición de los muebles, el color de las paredes o el uso de espejos puede agrandar visualmente cualquier espacio, haciéndolos más luminosos y agradables. Si vives en una casa cuqui pero muy pequeñita o quieres decorar esa habitación de tamaño reducido dándole amplitud, atenta a las siete reglas a tener en cuenta:
Los espejos duplican la imagen que reflejan, dotando a los espacios de más profundidad y amplitud. De hecho, cuando no existía luz eléctrica, los médicos utilizaban espejos para iluminar al máximo los lugares donde ejercían su profesión. Si tienes un lugar pequeño que quieras agrandar, escoge un espejo grande y colócalo cerca de una lámpara o una ventana para multiplicar la luz y ampliar el espacio.
El blanco denota luminosidad, amplitud, claridad, limpieza… Pintar las paredes de color blanco con algún matiz y optar por muebles claros hará que la estancia parezca más luminosa, más amplia y acogedora. Si quieres evitar que el lugar quede frío, puedes optar por los tonos cálidos como el beige. Ya utilizarás el color para los complementos (cojines, mantas, adornos…) pero que el color principal de la sala, incluidos los muebles y las lámparas, sea el blanco o sus derivados.
Un espacio pequeño parecerá más grande si está recogido. Para ello, utiliza elementos decorativos que te ayuden a mantener el orden a la vez que pones tu toque personal a la estancia. Los cestos en tonos tierra y las estanterías ancladas a la pared o utilizadas para delimitar espacios, pueden ser unos buenos aliados.
Si quieres ganar amplitud, introduce en el espacio muebles transparentes que filtren la luz y pasen desapercibidos como mesas, estantes, cómodas o lámparas de cristal. Además, si pueden ser bajitos, mejor que mejor, ya que no interferirán en la entrada de luz ni serán un estorbo visualmente hablando, con lo que conseguirás que el espacio se vea más grande al primer golpe de vista.
Por último, piensa que cualquier espacio sobrecargado tiende a parecernos más pequeño por la cantidad de cosas a las que tenemos que atender. Si utilizas bien los elementos decorativos y mantienes la mayoría de las superficies limpias, sin nada, conseguirás que el espacio sea más acogedor y menos agobiante.
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