La magia de la luz

La importancia de la luz no pasa desapercibida, París “La ciudad de la luz”, adopta este nombre gracias a su fama como centro de las artes, pero también por su temprana colocación del alumbrado urbano. Es verdad que cuando paseas por sus calles sientes cómo la magia te envuelve debido en gran parte a esta iluminación.

Fue en Francia precisamente donde se funda en 1994 la Casa Airstar donde Pierre Chabert dedica los inicios de su proyecto a I+D+I (Investigación, Desarrollo e innovación) para poder ofrecer a sus clientes los últimos avances en iluminación con unas condiciones de mejora continua. A partir de ahí comienza a aplicarlo en eventos tanto particulares cómo en los eventos de grandes firmas.

Ya sean de boda, cumpleaños, fiesta de pedida, celebración tendemos a imaginar cómo queremos que sea el ambiente ideal para que todo resulte perfecto. La Iluminación cada vez adquiere mayor protagonismo en los eventos de tarde y noche.

Airstar sabe perfectamente cómo trasladar la magia a ese día en el que organizamos un evento realmente especial, desde su creación aunaron dos ideas claras que al combinarse son la clave del éxito, el arte y la magia de la luz.

Con su ayuda podemos conseguir esa sensación que nos transporta a un ambiente único tal y cómo habíamos imaginado. Entre sus ideas y proyectos podemos encontrar todo tipo de iluminaciones con tecnología led, en globos de iluminación, faroles, lámparas con formas ideales enmarcando espacios, en las mesas dando un aire romántico, o flotando en el aire y consiguiendo ese espacio de ensueño.

El límite en sus creaciones es la imaginación, con la inspiración y la tecnología que ponen a nuestra disposición hacen que parezca fácil dar ese toque especial con el que conseguir que un espacio se convierta en mágico.

Espacios mágicos como los que  inventa la fábrica de velas TLC, además de ser pionera en la creación de estas velas, aúna de forma asombrosa la tradición (basándose en las antiguas velas de parafina, realizan toda la fabricación de la vela de forma artesanal con cera de abeja) y la tecnología (con los Led última generación que ellos mismos colocan dentro de estas velas).

Las ventajas son muchas ya que mantiene la estética romántica de las velas tradicionales, no existe peligro de incendio, pudiendo usarse en espacios interiores o zonas que no estén atendidas. Al aire libre no se apagan con el viento. Tienen gran durabilidad ya que la cera no se gasta y el led puede estar encendido hasta 50.000 horas (unos 25 años).

Los expertos en la fabricación de estas velas han creado un sistema que nos ofrece la posibilidad de programar su funcionamiento desde un mando a distancia, pudiendo cambiar el color, la hora de apagado a través de un temporizador e incluso el modo en el que vemos la luz: tintineante como una vela tradicional, con luz fija o con cambios de intensidad. Las velas de Led dan ese toque especial con el que conseguir que un espacio se convierta en mágico. El precio puede alcanzar los 250€ cada unidad dependiendo de la forma y el tamaño.