Las propuestas sostenibles para reconstruir Notre Dame
La tragedia por la pérdida de parte de la catedral de Notre Dame ha dado paso a una espectacular profusión de nuevas ideas, algunas, muy ecológicas.
El 15 de abril muchos corazones franceses se detuvieron aterrados ante la espantosa instantánea de la catedral de Notre Dame en llamas. Para muchas personas, el incendio ocasionado fue un duro golpe, pero la vida sigue y sin haber pasado un mes desde el lúgubre día, las donaciones para la reconstrucción de la catedral alcanzan la escalofriante cifra de 850 millones de euros, con lo que es prácticamente inminente que se pongan manos a la obra.
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Miles de arquitectos han presentado propuestas para la reconstrucción
El Presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que se realizaría un concurso arquitectónico internacional para dirimir cuál sería el futuro aspecto de la cubierta y la nueva Aguja de la catedral. No quiero ni pensar lo que pasaría por la cabeza de muchísimos estudios de arquitectura del mundo, pero sí que sabemos que las espadas están en lo alto. Las ideas no han parado de fluir y las redes sociales no dejan de divulgar las más locas (o acertadas) imágenes, como la que expuso en su Instagram el diseñador Mathieu Lehanneur: una cubierta forrada de llamas… ¿Te la imaginas hecha realidad?
Vicent Callebaut presenta su «Palingénesis, Tributo a Notre-Dame»
No obstante, nos vamos a centrar en tres propuestas verdes que hemos visualizado en las redes. La primera ellas es de un estudio de arquitectura que ya conocemos, el de Vincent Callebaut, cuyo Ágora Garden nos conquistó hace dos años. Su propuesta para la catedral la ha denominado: «Palingénesis, Tributo a Notre-Dame» (¡toma ya!, que diría el clásico) y, pretende buscar un símbolo resistente y ecológico que sirva como nexo al pasado y al presente. Una solución que defina una relación más justa entre los seres humanos y la naturaleza.
Las estatuas y tetramorfos originales se mantienen intactos
Vincent ve la futura Aguja de la catedral como una continuación de la cubierta, que conservará sus dimensiones anteriores, de 10 metros de altura y techos con 55 grados de inclinación. Eso sí, la estructura se ejecutará con vigas de madera laminada pretensada, con apoyo en listones de fibra de carbono, para garantizar la mínima utilización de material (es decir, será más ecológica), aunque hay otro motivo: ofrecerá mayor transparencia al conjunto, dado que la piel exterior será de cristal.
Esta nueva Notre Dame estará vinculada a la pasada mediante la colocación de las doce estatuas de los apóstoles y los tetramorfos (que simbolizan a los evangelistas) que fueron retiradas antes del incendio. A ellas, se unirá el gallo que estaba en la cumbre de la torre y que se encontró entre los escombros. Este servirá como un “pararrayos espiritual”, nos indica Callebaut. Pero lo mejor viene ahora: la nueva catedral generará más electricidad que la que consume. Se ventilará mediante la apertura de varias ventanas y tendrá (madre del amor hermoso) ¡una granja!… De la que podrán salir 21 toneladas de frutas al año (ahí queda eso).
Miysis Studio propone una cubierta con un jardín ecológico en el interior
Otra interesante propuesta (y verde, claro) nos la hace Miysis Studio, cuyo proyecto combina la reconstrucción de la antigua Aguja de la catedral, con una cubierta moderna y acristalada, buscando un equilibrio entre la historia y el presente. Ya vemos que lo del equilibrio va a ser importante para quién diseñe la nueva Notre Dame, cuestión, por otro lado, bastante entendible. La Aguja devastada fue diseñada por el polémico Eugène Viollet-le-Duc en el siglo XIX, ésta no existía cuando él realizó la restauración de la catedral, fue una incorporación más del arquitecto, cuyo ego le llevó a colocar su propia imagen en una de las estatuas que representan los apóstoles (era genial).
Materiales de última generación para hacer la catedral más resistente
El estudio propone reconstruir el chapitel original, cambiando la antigua cubierta por una nueva, soportada por madera y recubierta de vidrio. Por supuesto, se incorporarían materiales de última generación para hacer más actual la construcción, eso sí, con las mismas dimensiones y volúmenes que el techo original. Dentro, proponen convertir la cubierta en un hermoso jardín para los visitantes, colocando árboles justo en el centro longitudinal del edificio.
«¿Qué podría ser más natural que rendir homenaje a este lugar a través de un espacio con vegetación real?» indican desde el estudio, haciendo alusión a que el entramado de madera que se quemó se conocía como “El Bosque”, debido a su densidad arbórea. Dejan claro que sólo es una propuesta y que no pretenden presentarla a ningún concurso, sólo es una visión de cómo creen ellos que debería plantearse la reconstrucción. Por cierto, lo que tampoco aclaran es si para la restauración de la aguja original, utilizarían las 500 toneladas en maderas nobles y 250 toneladas de plomo que tenía la anterior.
Estudio NAB coloca un huerto en la cubierta de Notre Dame
El Presidente Macron tiene prisa y quiere reconstruir Notre Dame antes de los Juegos Olímpicos de 2024. Aunque muchos expertos le han aconsejado lo contrario, que no se apresure, no es de extrañar que pretenda cumplir su promesa, así que habrá que ir visualizando otras propuestas, como la atrevida visión del Estudio NAB, que propone un invernadero en la azotea, convirtiendo a la catedral en nexo ambiental, educativo y social (pensabas que lo habías visto todo ¿eh?).
El nuevo invernadero de París se extendería por todo el techo y serviría para que las personas más necesitadas pudieran aprender agricultura urbana, horticultura y permacultura. También serviría como nexo entre los infantes y la naturaleza, aprovechando el lugar para realizar talleres donde educarlos en una nueva visión ecológica. Por cierto, en este proyecto la Aguja se reinterpreta como un colmenar, dando cabida a una gran cantidad de colmenas, ya se sabe, para la polinización y eso.
Una Aguja que imita la colmena de las abejas
Mantendría esta propuesta la volumetría de la anterior, con una nueva estructura de acero dorado y paneles de cristal. La antigua estructura quemada de roble se reutilizaría para construir los quemadores y otras instalaciones del invernadero, así como se reubicarían las estatuas de los apóstoles. La verdad es que con este diseño van a sentirse “desangeladas” (broma). La miel de las colmenas podría denominarse «La miel de Notre Dame», dicen los diseñadores en su web. ¿Tendría éxito en el mercado nacional? Tengo mis reservas al respecto, pero una cosa está clara: la tendencia de la restauración será claramente ecológica, es decir, verde.