Malinche, el musical que empodera a la mujer mexicana

Dicen que es una de las historias de amor más potentes de la historia. Malinche y Hernán Cortés son la semilla del México que conocemos.

Foto: Gtres

Me flipa Nacho Cano. Como a toda la generación que crecimos con Mecano, su arrolladora personalidad nos ha marcado a través de la banda sonora de sus canciones. Pero con su último musical, Malinche, este hombre que no para de trabajar ni dormido, además, nos enseña historia. La historia de la conquista de América y del nacimiento hace 500 años de uno de los países más atractivos del mundo: México.

He visto dos veces el musical “Malinche”. Las dos veces lleno a reventar. Y es que Malinche es más que un musical, es una experiencia. La primera vez pensé: “Nacho acaba de parir el Hamilton español. Es nuestro Lin-Manuel Miranda”. La segunda vez fue aún más impactante. Además de tener la inteligencia de contar la Historia del nacimiento de México de una forma respetuosa y épica, la música, el baile y el argumento estaban en constante movimiento. Era el mismo hilo argumental con nuevos números, nueva escenografía.

La mujer como motivo de celebración

Lo primero que llama la atención de Malinche es la celebración de la mujer, de esclava de su propio pueblo a germen de una nueva raza: el mestizaje. También se celebra lo mestizo como fruto del amor, y me parece sublime. Las sociedades son mejores cuando se mezclan y se aman desde sus diferencias para superarse a sí mismas.

Además Malinche es una mujer inteligente, que habla varios idiomas, que es capaz de salvar miles de vidas adaptándose a las circunstancias del Descubrimiento. Una mujer resolutiva. Maravilloso. La madre patria encarnada en una mujer cuyo sufrimiento como indígena no le provoca odio hacia su propio pueblo, sino que le engrandece y la mitifica.

La Historia de Malinche

Nadie hoy vivo estuvo en 1519 en México, pero sabemos muchas cosas de aquel México controlado de forma sangrienta por Moctezuma. Sangriento por sus creencias, probablemente por su conocimiento de los astros y su intuición de lo que venía por mar. Eran los españoles, un nuevo pueblo conquistador, más desarrollado en algunos aspectos pero que lejos de exterminar a los indígenas (como hicieron los anglosajones calvinistas), bautizaron y acogieron en su forma de vida y con sus leyes a los indígenas y a los mestizos.

La historia de la humanidad es una historia de guerras y conquistas. Desde que el hombre es hombre, nuestra evolución ha venido dada por la conquista de territorios y la esclavitud para los pueblos que sobrevivían y no eran aniquilados. La conquista de los españoles de México no solo no esclaviza, sino que coloca a los indígenas y mestizos al mismo nivel legal que los españoles. Poner en valor ese cristianismo humano hace cinco siglos, cuando en América del Norte los anglosajones acribillaban a los indígenas para terminar metiéndoles en “reservas” solo puede ser motivo de orgullo.

La música y el libreto

Qué decir de las composiciones de Nacho Cano… de ese himno a México, a la vida, al orgullo de ser mestizo. Dos horas de un musical que no tiene valle, en el que siempre estás alerta. Un musical pensado, cuidado y vivo. Una experiencia que además invita a la juerga y a disfrutar de la comida mexicana y española. Y él, Nacho Cano, cada noche junto a sus artistas, sus músicos, sus bailarines y ese José Carmona ¡sublime!. Si tienes dudas (yo no las tendría) está la historia de cómo nació la idea del musical en Netflix.

Si quieres sumergirte en la parte buena de la historia y divertirte como pocas veces lo hayas hecho, acércate a IFEMA en Madrid …. sumérgete en un Templo Mexica y disponte a pasar las tres horas más apasionantes que ningún musical en Madrid ofrece hoy en día. Gracias Nacho Cano por una valentía inusual en estos tiempos y por arriesgar tu dinero. Hazme caso, 17 años viviendo en Nueva York dan para muchos musicales on y off Broadway.

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