Tu mascota también quiere un regalo…

Según las costumbres y creencias de cada país y  familia, en Navidad diferentes figuras te traen regalos por haberte portado genial durante todo el año. Estoy convencida de que si hay alguien de entre todos los seres vivos que te rodean se ha portado genial este año ( y más aún contigo) ese es tu perro o gato. Hoy te quiero dar una serie de ideas para que cuando escribas la carta a Santa Claus o a los Reyes Magos, no te olvides de él y le sugieras algo que le haga la vida más agradable, como él te la hace a tí.

«Santa» o «Los Reyes» no se olvidan de nadie, pero agradecen mucho algo de orientación, porque ¡Imagínate la cantidad de trabajo que tiene por estas fechas! Nosotros generalmente pensamos en cómo cuidarlos y protegerlos,  por ello lo primero que nos viene a la mente son abrigos, chubasqueros y jerséis, botas y crema para las almohadillas, la comida más adecuada y alguna golosina para premiarlos.

Deberías revisar en qué estado están las cosas que ya tiene como su cama, los comederos y los juguetes que ni mucho menos son eternos, a la vez que quizás deberías considerar en qué momento de la vida está tu mascota o si han surgido necesidades especiales que antes no tenía y que ahora deberían ser cubiertas tanto por objetos (incluso de ortopedia), como por nuevas técnicas educativas.

¿Te imaginas que tu mascota pudiera escribir una carta a Santa Claus o a los Reyes Magos? ¿Cómo crees que sería?
Seguro que ellos lo que nos pedirían lo que todos los seres vivos -incluídas las plantas- necesitamos para vivir, además (lógicamente) de los nutrientes y cubrir las necesidades básicas: Amor, demostraciones de cariño, sentirnos queridos, cuidados y mimados.

En ello se incluye compartir nuestras vidas con ellos -como nuestro deporte o salidas al aire libre-, tiempo de juego y educación para ellos.

Y como no siempre podemos estar con ellos, necesitan juguetes y un lugar adecuado para estar cuando se quedan solos, para que el tiempo de ausencia no se convierta en caos. Disculpa que insista en el tema de los juegos, pero ¿Sabías que un perro necesita una media de 100 juguetes al año? Me refiero si los cambias regularmente y los mantienes en perfecto estado, y si consideras que los que son para morder, ayudar en la limpieza bucal y los blanditos, requieren más mantenimiento que los juegos de inteligencia por ejemplo. Es importante considerar que es una norma general y que cada mascota es un caso particular.

Volviendo a cómo sería la carta de tu perro o gato a Santa Claus o Los Reyes Magos, yo me la imagino algo parecida a esto: » …Quiero que alguien sepa por qué hago trastadas y me enseñe a no hacerlas para que todos estemos contentos, yo estoy muy feliz en esta casa, y sé que me quieren mucho por eso no los quiero disgustar. Me gustaría tener más cosas para estar entretenido durante el tiempo libre y así no jugar con los cojines y los calcetines.  Quiero salir a pasear todos los días con una buena correa y ser un perro civilizado que no deje «regalitos» en el suelo . Me gustaría ir frecuentemente al veterinario para mantener mi salud y la de los que están a mi alrededor. Estar limpito y bien alimentado así como que ayudéis a otros de mis amigos que no son tan afortunados como yo…»

¿Y si el regalo es la propia mascota?
Últimamente hay una corriente muy difundida que va en contra de regalar mascotas. En mi opinión, la frase que resume este movimiento : «Buenas intenciones, mala idea» es completamente fundamentalista y no estoy en absoluto de acuerdo.

Teniendo en cuenta que no se regala un objeto, que no es satisfacer un capricho más o menos momentáneo y que la persona que lo recibe está suficientemente informada y concienciada de la responsabilidad que implica tener un animal a su cargo y de las necesidades de ese animal y está completamente comprometida a asumirlas, me parece perfecto y no veo la razón por la cual no se le puede obsequiar con un perro o gato.

La procedencia del animal -criadero o protectora- queda a la libre elección de cada cual, ¡Hasta ahí podíamos llegar! La elección de la raza es algo que debes pensar detenidamente si piensas obsequiar a alguien con una mascota, porque según las circunstancias de cada quien hay unas más adecuadas que otras.

Recuerda que existen perros adiestrados para personas con necesidades especiales y que bajo esta categoría se engloba un amplio espectro de posibilidades.

Si regalas una mascota asegúrate de regalar o hacer equipo con alguien más que regale los objetos que cubran sus necesidades básicas al menos para los primeros días:  comederos, camita, juguetes. Haz el regalo del animal con todos los requisitos sanitarios cubiertos: vacunas, microchip, desparasitación y collar antiparasitario. Para completar «el kit» sería ideal que alguien pagara el curso de adiestramiento.

Regalos solidarios.
Tanto si tienes mascota como si no, pero te encantan los animales y quieres hacer una buena acción por Navidad o continuarla durante todo el año, te animo a donar a cualquiera del gran número de protectoras de animales, organizaciones que trabajan con animales y personas -son mis favoritas- y de las que cada vez hay más.

No solo puedes colaborar con un donativo puntual o mensual, puedes implicarte en el trabajo del día a día, puedes preguntarles qué necesitan, algunas no aceptan dinero, sino pienso, tijeras, vendas, etc. E incluso colaborar en buscar casa a sus inquilinos.